21 de diciembre de 2009

Perdón por la tristeza, pero esta Navidad hay que brindar pensando


¿Hopenhague o Copenhague? Ni una ni la otra. Magna charla de sordos. Mirada sin pasión, la humanidad es una triste jauría tras otra de nómadas, aventureros, navegantes, voladores, espeleólogos, violadores y despanzurradores de la gran vaca muda que es la Tierra. Muchos de los que pasan por ser sus más conspicuos héroes, lo fueron por dedicar afán, y siglos, a perturbar el equilibrio del magma, del hielo, del mar, y de lo que algún tiempo fue el sinfónico ciclo de sus estaciones. Todo con ojo marciano y experimentos de terror. Por un lado, la aventura de conocer ríos, crisantemos o pájaros, y por el otro la ofensa al planeta que en el cielo gira en su azul de origen y aquí obstinamos en ahogarlo en gris.
Aún sin datos sobre el Mundo y el Yo, los antiguos fabricaron Arcas en el sitio que se les inundó y asentaron su respectiva Civilización. Nosotros (ahijados de Internet) no sabemos por cual escotilla huir de la Nada ambiental. Hace agua el Arca del mundo y el Arca natal. Todo hay que decirlo: "viene rara la mano".Las "fiestas" tapan algo, no el todo. Legislará el cordero pero aún en minoría el lobo es lobo. El absurdo prepotea al sentido común. Lo institucional es circo. La justicia, timo. Cautiva, la democracia cada tanto se deja ver asomada a un ventanuco. Su rostro es de papel.
Somos no más que un país polizonte enganchado en la popa de un mundo al garete. La historia es impiadosa con las tribus que compran figuritas. Diezma a los ingenuos. Manduca a los tontos. Acaba otro año tras efímero arco iris legislativo y pronóstico de verano tramposo. La China (anciana) se hace un lifting cada día. La Argentina (bebé de 200 años) insiste en usar pañal no descartable. La Navidad es shopping. La familia un dibujo. Nos acosan (y violan) novísimos monstruos, planes chupapaises, cantos de sirena, timos electrónicos y cuentos de las mil y una noche. Y aquí sin despertar. Nadie quiere usar un raticida contra la droga. A la violencia se la integró al folklore nacional. Duele fiero decirlo pero mucho más callarlo.
Perdón por la tristeza pero esta Navidad es más para pensar que para brindar. La mayor obra cultural K (el juego) diezma pueblos, barrios, familias. Ya hay "máquinas tragamonedas" en el Congreso. Son de papel y otros valores de cambio. Inválida, ingenua, púber, la Argentina se disgrega ante el estupor de quienes ven llegar la inundación (y la indiferencia de los que aceptan lo que sea).
No es anuncio de ave negra. Ni moralina de cura viejo. Es lo que hay ante los ojos. Varones de 7 sños criados como ratitas de laboratorio para ver si alcanzan los reflejos de Messi y "salvan" la tesorería familiar. Chicas de 10 años adiestradas para debutar como vedettes. Mercaderes que tantean dar con un vino para el paladar adolescente. La infancia se vació. Una morbosa alteración (que gran parte de los medios reparte y el grueso de los padres comparte) descompone el universo de la familia nuclear sin argumento natural de recambio. El mundo ya no gira humano fuera. Aquí tampoco. Tal como va, lo "argentino" quebró. Pusimos el carro delante del burro. Habrá que inaugurar simposios en medio del quilombo en desmadre. Desacelerar locuras, retomar la huella, reanimar a Yupanqui. "No soy apto para eso. De Mozart sé muy poco" fue como rechazó un uruguayo el ministerio de Cultura que le ofreció Mujica. Aquí la cola de sabiondos llegaría a La Quiaca.

Por Esteban Peicovich para Perfil.com. 

4 comentarios:

ESTELA dijo...

Un horror lo que paso en la cumbre... mala organizacion y pocas ideas... hemos perdido una oportunidad unica y quizas irrepetible de remedar nuestros errores como habitantes del planeta tierra... ojala relfexionen los que estan arriba.
Un beso... feliz navidad.

Winter dijo...

Una muy interesante invitación a la reflexión.
Como siempre tu blog invita!
Un abrazo afectuoso para vos.

Marta Donadini dijo...

Da gusto leerte, todavía hay esperanza con gente como vos,cuando estoy triste paso por tu blog y pienso que no todo está perdido.-Feliz Navidad amigo

OliverX dijo...

Lu:
Nunca debemos bajar los brazos. Nuestro estado será siempre de vigilia. No podemos permitirnos un fracaso en estas instancias.
Beso.

Winter:
Es que vos sabés, la única posibilidad para el cambio es creando conciencia.

María Lucrezia:
Hay que encontrarse. Buscarse.
Los vectores de conciencia debemos multiplicarnos, exponenciarnos.
Es nuestra única alternativa para crear conciencia.
Besos mil!