20 de marzo de 2013

¿Porqué adoptar un perro mestizo?




Hace unos días, un amigo querido nos consulta a mí y a otros amigos acerca de su intención de regalarle un perrito a su pequeño hijo. Nos comentó que la decisión estaba tomada y eran los abuelos del niño quienes le comprarían al animalito. Su consulta se centraba en qué raza era conveniente según nuestro conocimiento. Recordé este viejo post de Crear Conciencia y se lo recomendé. Esperemos que nos escuche a mí y a otros que lo invitamos a conocer las bondades de los "raza perro".

Lo que no dice este buen post es por qué hay que impulsar la adopción responsable y desestimar la compra de mascotas de raza.

En primer lugar, es un excelente ejercicio para la vida, hacer que un chico conozca a su futuro amigo y comprenda que es un ser sintiente que va a acompañarlo hasta el último aliento de vida, siendo mucho más que un amigo. Siendo su sombra y compañía, sin mezquindades ni reclamos.
Es por ello que un amigo no se lo compra, ambos se aceptan mutuamente.

En segundo lugar, es fundamental dejar de lado el snobismo que implica comprar un animal de raza. Hacerlo, implica amenazar de muerte el negocio de los criadores de razas y su mayoritaria displicencia en el trato de esos animales y las hembras que paren sin cesar. Si comprendemos de qué se trata todo ésto, ayudaremos a la conciencia global acerca de los derechos animales y sacaremos de la calle o de un refugio, a un animalito que espera por una familia.

Por último, la tenencia responsable de animales se logra con el compromiso que se asume. Un animal que se compra, lamentablemente, se toma como una mercancía, susceptible a ser descartada y abandonada a su suerte. La tenencia responsable implica su castración para la no proliferación de animales que no tienen quien los cuide y se haga cargo de ellos.

Ahora sí, el post sobre la conveniencia de adoptar un perro mestizo. Que lo disfruten!

Un perro mestizo es un fiel y cariñoso amigo que nada debe envidiar a un perro de raza en lo que se refiere al tamaño, vigor y temperamento. Si deseas tener un perro, una de las principales ventajas de un perro mestizo es que puede resultar muy barato porque un vecino o amigo te lo puede obsequiar. Y en cuanto a su edad, no es cierto el mito de que “un cachorro es mejor que un perro adulto, porque se acostumbra desde pequeñito”. Incluso los cuerpos como Bomberos, policía, etc. inician el adiestramiento de sus perros pasado el primer año de vida.

En general los mestizos son extremadamente amables y muy amistosos. Tienen una enorme capacidad para dar afecto y cariño, además de poseer una admirable capacidad física. Esta percepción se basa principalmente en el llamado Vigor Híbrido, en donde un individuo superior es originado por el aporte de nueva información genética con las características de los padres (superioridad de la progenie sobre el promedio de los padres). Este hecho se expresa con mayor fuerza cuanto menos emparentadas están las dos razas que se cruzan. Por ello se dice que los perros mestizos suelen ser muy inteligentes y fácilmente adiestrables. No sufren degeneraciones por consanguinidad y gracias a las mezclas de las que provienen disfrutan de graciosas peculiaridades que hacen de cada animal un ejemplar irrepetible, casi exclusivo. Asimismo presentan una gran longevidad (se sabe de ejemplares que han llegado a los 20 años).

A menudo un mestizo es más tranquilo y equilibrado que sus nobles parientes de pura raza; ya que los cruces realizados por criadores poco profesionales pueden provocar alteraciones de comportamiento en algunos ejemplares de raza. Sin embargo la selección natural de los mestizos evita en forma importante dichas alternaraciones en el perro.

Nota de Mauricio Espínola en Conciencia Animal.

Post original de fecha 16/10/2007

12 de marzo de 2013

Bienvenido el plebiscito!

Rodolfo Terragno. Historiador y político,
El derecho de autodeterminación corresponde a los pueblos, no a las poblaciones.

Así lo reconoce el derecho internacional. Un grupo que desea pertenecer al estado colonial “no es un pueblo y, por lo tanto, no tiene derecho a la autodeterminación” (Rosalyn Higgins, británica, ex presidente de la Corte Internacional de Justicia).

Población y pueblo son dos cosas distintas. Para convertirse en pueblo, los habitantes de un territorio deben “considerarse a sí mismos como una sociedad distinta de la sociedad del país que ocupa ese territorio” (Hurst Hannum, Berkeley).

Esos pobladores necesitan tener una “identidad cultural” que los diferencie claramente del país al cual pertenecen (Anthony Simpson, Comisión Internacional de Juristas, Ginebra).

Deben ser (o descender de) habitantes “autoctonos”; es decir, grupos que vivían en las islas antes de la invasion colonial (Wolfgang F. Danspeck Grubel, Instituto de la Autodeterminación, Liechestein).

Hace falta que se consideren “victimas” de una “opresión” y quieran “separarse” del poder colonial. (Pete Radan, Macquarie University).

El diplomático inglés Denzil Dunnet (Instituto Real de Asuntos Internacionales, Londres) recordó, en un trabajo publicado por International Affaires, la posición que tuvo, sobre este tema, el ex Primer Ministro británico Edward Heath (conservador; predecesor de Margaret Thatcher). Basado en esos principios de derecho internacional, dijo en el Parlamento que los habitantes de las Malvinas no tienen derecho de autodeterminación.

Los isleños, al votar como es previsible que voten, probarán que no reúnen ninguno de los requisitos para gozar de ese derecho. Dirán que:

  • Desean pertenecer al estado colonial.
  • No se consideran distintos a la sociedad del Reino Unido.
  • No poseen identidad cultural.
  • No descienden de un pueblo autóctono.
  • No se sienten víctimas de una opresión.
  • No quieren la independencia.

Demostrarán, así, algo que la Argentina ha sostenido siempre: que ellos isleños no forman un pueblo y, por consiguiente, carecen del derecho de autodeterminación.

Como británicos, que son y han de proclamarse, no podrían tampoco ser árbitros en un conflicto entre su país y la Argentina.

Llama la atención que la Presidenta y otras figuras políticas se hayan indignado ante el anuncio del plebiscito.
La Argentina debería celebrar que se le de la razón.
Pero hace lo contrario.

Hablando en el Comité de Descolonización de las Naciones Unidas, la señora de Kirchner se preguntó: “¿Por qué [los británicos] no van a plantear un referéndum a Irak y Afganistán?”. Esto implica que deberían hacerlo en aquellos países y, en verdad, sería deseable que se les diera a irakíes y afganos el derecho de elegir su destino. Esos sí que son pueblos, con genuino derecho a la autodeterminación.

Fue poco feliz ponerlos (o dejar creer que están) en el mismo plano que a los pobladores de Malvinas.

Sin duda la señora de Kirchner no quiso equipararlos. Acaso la haya traicionado su tendencia al discurso improvisado, aun en cuestiones diplomáticas que requieren medir cada palabra.

En todo caso, es hora de que la Argentina advierta cuándo las actitudes del Reino Unido y los isleños la perjudican, y cuando involuntariamente la favorecen.

La ley británica ya no considera a los pobladores del archipiélago, como había hecho durante largo tiempo, “ciudadanos de un territorio de ultramar”. Los reputa ciudadanos del Reino Unido.

Estos ciudadanos, residentes en el Atlántico Sur, sienten el orgullo de ser británicos y ahora podrán ratificar su pertenencia con el voto.

Cuando la ley británica dice lo que dice, y los pobladores de las islas aceptan con su voto tal condición, todo se vuelve a favor de la posición argentina.

Que los isleños se declaren parte del Reino Unido no significa que pertenezca a su país el suelo que pisan.
No pueden ser jueces y parte.
Lo que hacen es demostrar (sin quererlo) que el derecho de autodeterminación no les asiste.

Post original del 17/06/2012

10 de marzo de 2013

Amor animal XIV. Nuestros hermanos menores..

"Hasta que no extendamos nuestro círculo de compasión a todos los seres vivos, la humanidad no hallará la paz."
Dr. Albert Schweitzer


Si hay algo de lo que tenemos certeza, es acerca de nuestra finitud y de nuestro paso inexorable por la experiencia de la muerte. Sin embargo, yo tengo particularmente una certeza adicional que me fuerza a ser consciente sobre una realidad que, lamentablemente, pasa desapercibida para millones de seres humanos en el mundo.
Se trata de reconocer al resto de los animales no humanos como seres sintientes. Capaces de amar tanto como yo lo hago. Capaces de sufrir como tantas veces lo he hecho. En definitiva, capaces de sentir tanto, como vos y yo.
Es por eso que, siendo consciente de ello, he decidido modificar conductas que me llevar a considerarlos como mis hermanos menores. Involucrándolos como prójimos. Intentando crear conciencia en otros seres humanos, sobre esta realidad que nos obliga a extender nuestro círculo de compasión sobre todos ellos.
Así es como hoy les presento un precioso video para que difundan entre sus seres queridos, amigos y adversarios, con la intención de hacerles notar todos los parecidos que podemos encontrar con nuestros "hermanitos menores". El reconocer la otredad en otro individuo no ayuda a cortar las distancias gracias a la empatía: herramienta indispensable para conducirnos hacia la Paz Perpetua.
Disfrútenlo como tanto lo he hecho yo.