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22 de abril de 2010

Día de la Tierra, por InspirAction.



El próximo 24 de abril saldremos a la calle a poner en evidencia la necesidad de frenar el cambio climático. Más de 35 organizaciones y asociaciones –entre ellas InspirAction- así como cientos de ciudadanos nos manifestaremos con motivo del Día de la Tierra para exigir a nuestros gobernantes que la solución a la crisis socioambiental que vivimos sea una prioridad en sus agendas.
Bajo el lema “Cambia de vida, no de clima” instaremos a nuestros líderes políticos –que tanto nos defraudaron en Copenhague- a que se comprometan a realizar todo lo que esté en sus manos para poner freno al calentamiento global del planeta. Todas las organizaciones, asociaciones y ciudadanos realizaremos un recorrido-protesta que tendrá su origen en la plaza Jacinto Benavente a las 12 horas y concluirá en la Plaza del Museo Reina Sofía.
Estáis todos invitados a Celebrar el Día de la Tierra ¡Cuántos más seamos, más alto se oirán nuestras voces! http://diadelatierra-2010.blogspot.com/
Nuestro Manifiesto
(Firmado conjuntamente por todas las entidades participantes. Aquí solo reproducimos un extracto.)
La crisis socioambiental que vivimos es  consecuencia del sistema económico imperante. Por ese motivo, exigimos a  nuestros gobernantes y autoridades que prioricen esta cuestión en sus agendas políticas. De ese modo evitaremos que estos impactos lleguen a tener las consecuencias ecológicas, sociales y económicas irreversibles que los expertos auguran.  
La Cumbre de las Naciones Unidas para el Cambio Climático que tuvo lugar el pasado diciembre en Copenhague fue un fracaso global: ni se alcanzó un acuerdo ambicioso y vinculante, ni hubo justicia para los países empobrecidos.  
En Copenhague pudimos ver cómo los procedimientos de Naciones Unidas fueron secuestrados por un grupo de países encabezados por EEUU y apoyados por el silencio de la Unión Europea y nuestro gobierno con la intención de impedir que se llegara a ningún acuerdo mínimamente exigente de reducción de emisiones. Por si fuera poco, la sociedad civil fue silenciada, los derechos humanos obviados y los niveles de represión policial inauditos. En definitiva, un fracaso mundial que nos encamina a superar los 3,5ºC de media global en las próximas décadas. 
Esta es una irresponsabilidad por parte de los gobernantes del mundo que no podemos permitirnos aceptar. Por eso es preciso que se reconstruya un espacio de negociaciones que sirva para recuperar la confianza entre los países y que permita alcanzar un nuevo acuerdo mundial que contemple una reducción de emisiones urgente y una financiación justa. Pero ese espacio debe pertenecer a las Naciones Unidas porque sería un grave error confiar el futuro del clima a acuerdos bilaterales o regionales donde sólo decidan las grandes potencias. Para enderezar el problema es necesario el acuerdo de todas las partes, incluida la sociedad civil y los países empobrecidos, que sin ser los responsables del problema, sí son los primeros en sufrir los terribles impactos de un clima desestabilizado. Los países ricos deben asumir su responsabilidad como causantes de cambio climático. 
El camino que se nos presenta ahora es aún más empinado que hace un año, sin embargo todos y todas los que aquí estamos, y muchísimos más en todos los rincones del país, tenemos claro que objetivo sigue siendo mismo: hay que limitar el calentamiento del planeta a 2ºC por encima de la temperatura preindustrial.   
Por ello exigimos que no esperen más a tomar medidas eficaces para abordar el cambio climático. Frenar el cambio climático significa reducir emisiones de gases de efecto invernadero, y sobre todo de CO2. Se necesitan recortes en las emisiones internas de al menos un 30% para 2020, y de un 80% para 2050 respecto de los niveles de 1990 en los países industrializados, y la transferencia de fondos y tecnología limpia a los países en desarrollo para que éstos puedan apostar por una sociedad menos dependiente de los combustibles fósiles.  
La adaptación de los países empobrecidos a los impactos ya inevitables del cambio climático tiene que abordarse proporcionando financiación suficiente, estable y adicional a la Ayuda Oficial al Desarrollo. Y debemos asegurar que las emisiones procedentes de la deforestación y degradación de los bosques se reducen drásticamente respetando los derechos de los pueblos indígenas y comunidades locales así como la soberanía alimentaria y el derecho a vivir en tierras que sirven de sustento a comunidades. 
En el Estado Español, pedimos al gobierno y demás administraciones que se cumpla el Protocolo de Kioto con medidas internas y no comprando certificados de emisión fuera del territorio. Pedimos que se comprometan con objetivos nacionales para 2020 mucho más ambiciosos que los acordados con el resto de la UE, que permitirán emisiones en 2020 un 30% superiores a las de 1990. Es absurdo que un país industrializado como el nuestro termine emitiendo en 2020 más que en 2012. Queremos que este país sea parte de la solución y no del problema del cambio climático. 
También es importante que países con una economía emergente como China, India o Brasil limiten el crecimiento de sus emisiones sin que ello comprometa la mejora las condiciones de vida de sus habitantes, pues las necesidades básicas de una gran parte de su población siguen lejos de estar cubiertas. En el caso chino, hay que apuntar que a pesar de haberse convertido en el mayor emisor total mundial, todavía está lejos de EEUU, la UE o incluso de España en emisiones por habitante. Sin embargo, si no se transfiere la tecnología adecuada, pronto podrían alcanzar nuestro nivel actual de emisiones por habitante, empeorando así aún más la situación.  


5 de noviembre de 2009

En América Latina, la injusticia climática y el calentamiento global provocan la desnutrición de los más vulnerables





Madrid, 5 de noviembre de 2009 – Los estados más ricos y poderosos del mundo, que a su vez son responsables de la mayoría de las emisiones de efecto invernadero, la causa principal del cambio climático, siguen sin acordar las pautas mínimas para un pacto justo y efectivo que garantice la justicia climática. Mientras tanto más de 800 millones de personas alrededor del mundo se acostarán esta noche con hambre.
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(La crisis de alimentos y agua en Kenia es una causa directa de conflicto social. Mike Goldwater/InspirAction)
Hasta el momento, siguen reunidos en Barcelona alrededor de 4.000 delegados de más de 180 países, con la labor de avanzar el proceso de negociaciones sobre las condiciones mínimas de una convención global para poner freno al cambio climático.
La reunión de Barcelona consta como la última antes de la histórica cumbre de Copenhague, que tendrá lugar en el mes de diciembre.
Quedan pocas horas antes de que finalice esta ronda de negociaciones. Sin embargo, la resistencia de los países ricos y poderosos a las demandas de los países empobrecidos y de la sociedad civil global de mitigar sus emisiones en un 40% para el 2020 sobre los niveles de 1990 indica una nueva omisión a su responsabilidad de rectificar los daños ya causados a los más pobres y vulnerables del planeta.
“Son las comunidades más vulnerables en los países empobrecidos quienes ya están sufriendo los gravísimos efectos del cambio climático, pese al hecho que son los que menos han contribuido a la impulsión de esta crisis ambiental,” según Serene Assir, responsable de Campañas y Comunicación de InspirAction.
El Presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, no ha acudido a la reunión de Barcelona. “Con la inminente toma de la presidencia rotativa de la Unión Europea a la vuelta de la esquina, es hora de que el Gobierno español juegue un papel realmente comprometido con el clima,” añade Assir, quien matiza que en la lucha contra el cambio climático, las palabras y las buenas intenciones no cuentan si no conducen a la acción inmediata.
InspirAction insta a Zapatero a que acuda a la cumbre de Copenhague en diciembre en persona, y que incorpore la lucha por la justicia climática en su agenda de prioridades más altas para la presidencia de la UE. 

Crisis climática y hambre
Mientras el clima sigue cambiando, la crisis alimentaria mundial empeora con cada día que pasa. De hecho, una de las causas principales de la crisis alimentaria es precisamente el cambio climático. 
Durante los últimos años, sequías y demás fenómenos de clima extremo ha afectado a muchos de los principales países exportadores de cereales, según el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas. 

En Bolivia, Ecuador, Nicaragua, Haití  y la República Dominicana, las inundaciones han perjudicado gravemente la producción agraria. Y en América Central, el Caribe y Bangladesh, huracanes y ciclones han destruido cosechas enteras en un solo día. 
En Guatemala, uno de cada dos niños está desnutrido. Esto no es un caso aislado: la crisis de alimentos azota a las comunidades más pobres del planeta. Este “tsumani silencioso” sigue elevando inexorablemente la cuota de muertes por hambre.
En Bolivia, el cambio climático está  provocando una pérdida de medios de supervivencia básica. Marta Cruz, ciudadana boliviana de la provincia de Tiwanaku, reclama justicia climática en nombre de su familia, que sobrevive a base de su producción lechera. “Nuestros animales se están muriendo,” dice Cruz. “Y tenemos miedo de acabar en una situación en la que los recursos sean tan escasos que surjan conflictos y guerras, como está empezando a ocurrir en otras partes del mundo.”
Según Cruz, cuya comunidad está trabajando junto con las contrapartes bolivianas de InspirAction, “Debemos movilizarnos todos hasta lograr la justicia climática. De lo contrario, nos moriremos todos de hambre.” 


¡No dejes pasar esta oportunidad! Visita nuestra página web y únete a la acción. Firma por la justicia climática en:
Para más detalles sobre cómo colaborar con InspirAction y ayudar a poner fin a la crisis alimentaria, visita:

Acerca de InspirAction





InspirAction es un movimiento de personas que denuncian el escándalo de la pobreza y ayudan a erradicarla, de forma práctica y real, trabajando con organizaciones locales en todo el mundo. El objetivo de InspirAction es desafiar y cambiar los sistemas que favorecen a los ricos y poderosos en detrimento de los pobres y marginados. InspirAction es parte de Christian Aid. 
Para más información, por favor, ponte en contacto con: 
Teléfonos: +34 653 791 436 / + 34 93 357 89 08