Me refiero a las corridas de toros que existen todavía en España, México, Colombia y Estados Unidos. De fiesta no tienen nada, puesto que es la antesala de uno de los asesinatos más crueles que el hombre se jacta de cometer. ¿Bravo?, ¿el toro?. Señores, el toro es un animal herbívoro que utiliza su cornamenta únicamente para defensa.
Sadismo y negocio se mezclan para dar vida a uno de los espectáculos más vergonzosos que el turismo propicia.
Sadismo y negocio se mezclan para dar vida a uno de los espectáculos más vergonzosos que el turismo propicia.
De cómo llega el toro a la pista
Se los debilita intencionalmente golpeándolos en los riñones y colgándoles pesas alrededor del cuello durante varias semanas antes de la lucha. La mayoría de las veces los animales entran al ruedo ciegos porque se los deja en la oscuridad durante 48 horas.
Una práctica habitual es "rasurar" los cuernos de los toros serruchándoles algunas pulgadas. Los cuernos de los toros, al igual que los bigotes de los gatos, ayudan a los animales a orientarse, con lo cual un cambio repentino altera su coordinación. El rasurar es una práctica ilegal.
De cómo se lo mutila sistemáticamente en la pista
El toro entra en el ruedo y es abordado por hombres que lo agotan corriendo a su alrededor en círculos y engañándolo para que se golpee. Cuando el toro está cansado y le falta el aire, se le acercan los picadores. Los picadores son hombres que montan sobre caballos cuyos ojos están vendados y que insertan lanzas dentro del lomo y músculos del cuello del toro. Esto dificulta la capacidad del toro de levantar su cabeza. Ellos giran y presionan las lanzas para asegurarse de que el toro pierda una gran cantidad de sangre. Luego aparecen los banderilleros a pie, quienes se encargan de distraer al toro y se precipitan hacia él mientras le clavan más lanzas. Cuando el toro se ha debilitado como consecuencia de la pérdida de sangre, estos banderilleros corren alrededor del toro en círculos hasta que se marea y la persecución se detiene. Finalmente, aparece el matador y luego de provocar algunas exhaustas embestidas del animal moribundo, trata de matar al toro con su espada. Tras la estocada final, un nuevo verdugo es llamado al ruedo para apuñalar hasta la muerte al agotado y sumiso animal. La daga debería cortar la médula espinal, pero aún esto puede fracasar dejando de esta forma al toro totalmente consciente pero paralizado mientras el matador le corta oreja y rabo como trofeo, para después encadenar sus cuernos y arrastrarlo fuera del ruedo.
De los caballos de los picadores
A los caballos de los picadores se les administra drogas detrás de la oreja. A los caballos los drogan, les vendan los ojos para que no huyan del toro (a quien temen por naturaleza) y los golpean con frecuencia. Estos caballos, que son a menudo corneados, generalmente tienen las orejas tapadas con periódicos mojados para debilitar su capacidad auditiva, y sus cuerdas vocales son frecuentemente cortadas para que su llanto no distraiga a la audiencia. Los caballos son con frecuencia caballos de arado muy viejos para ser de utilidad y terminan siendo derribados por toros que llegan a pesar hasta media tonelada. En ocasiones los toros cornean a los caballos y sus heridas son rellenadas con paja para que no se vean la sangre ni las vísceras.
De las corridas de novillos en México
Atroz forma de masacrar bebés animales. Los toros bebés, algunos de tan sólo unas pocas semanas de vida, son traídos dentro del ruedo en donde espectadores, muchos de los cuales son niños, los apuñalan hasta la muerte. Estas masacres finalizan cuando los espectadores cortan las orejas y la cola de las pequeñas crías que por lo general están totalmente conscientes y echadas sobre su propia sangre.
La única manera de acabar con esta horrenda tradición es dejando de asistir a estos espectáculos. Es necesario dirigirse a los turistas y agencias de viajes para que no promuevan más este tipo de eventos. Es un negocio que proporciona a cada uno de los matadores profesionales más de US$ 1 millón al año. En 1996 España registró un total de US$ 1.400 millones en la venta de entradas.