9 de febrero de 2012

Canción para los días de la vida.





Querido Flaco,

Con vos aprendí que con la dulzura se enseñan hasta las cosas más agrias y amargas de la vida. Me has dado la luz de un verdadero prometeico, esa antorcha que los hombres abrementes portan sin temor a quemarse. Jamás morirás, Flaco querido. Vos sos inmortal, cada día. Todos los días. Hasta siempre, hermano.




Canción para los días de la vida.
Del enorme Luis Alberto Spinetta.


Este día empieza a crecer
voy a ver si puedo correr
Con la mañana silbándome en la espalda
o mirarme en las burbujas.

Tengo que aprender a volar
entre tanta gente de pie.
Cuidan de mis alas unos gnomos de lata
que de noche nunca ríen.

Si la lluvia llega hasta aquí
voy a limitarme a vivir.
Mojaré mis alas como el árbol o el ángel
o quizás muera de pena.

Tengo mucho tiempo por hoy
los relojes harán que cante

Y la espuma gira en torno a mi piel
me han puesto manos para hablarle
a las cosas de mi.

Y al fin mi duende nació
tiene orejas blancas
como un soplo de pan y arroz

Y un hongo como nariz
cuatro pelos locos
y un violín que nunca calla
solo se desprende y es igual a las guirnaldas.

Este día es algo de sal
me dejó vibrando al nacer
pesa y es liviano como un hilo sin nombre
suena un poco a mi guitarra.

Tengo que aprender a ser luz
entre tanta gente detrás.
Me pondré las ramas de este sol que me espera
para usarme como al aire.

Y es que al fin mi duende se abrió
tiene un corazón de mantel y batón
y un guiño al ver que todo es verdad.

Ya los gnomos cuiden
a un violín que siempre canta
nunca se adormece y es igual a las guirnaldas.

Y es que nunca calla, solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.


Un precioso regalo que alguien que amé mucho me dio hace ya mucho tiempo.

Quiero compartirlo con todos los abrementes que conozco cada día, que me cuentan sus historias de esfuerzo y apuestan a cambiar nuestra humanidad, tan castigada por tanto odio e injusticia. Es una caricia para el corazón dulce de cada hombre y mujer que siembran sus semillas para el mañana que tanto ansiamos.
No se sientan pequeños. Cada batalla ganada es un peldaño más en nuestra escalera hacia la luz del conocimiento colectivo.

Y esta canción también es para vos. Vos que lees estas líneas y no te das cuenta todavía de que sos parte del cambio. Nuestra victoria depende de los que se suman a esta lucha por crear conciencia. Sumate, crea tu propio efecto mariposa.
A volar abrementes. ¡A volar!

10 comentarios:

Susana Peiró dijo...

Qué biennnnn!!!!

Bravo por Spinetta (genio)y por el párrafo al final!

Enorme Abrazo Oliver y excelente finde Amigo!

Stella dijo...

Todos somos partes del cambio!
Me gustó este post, un poco distinto!
Buen fiunde!
Besos

Raticulina dijo...

Me sumo.

Y te hago entrega de un Premio de Oro, por ayudar a abrir las mentes.

El premio lo encontrarás en mi blog.

Un saludo

Tony dijo...

Felicitaciones!! Creo que vamos por bueno camino, poco a poco somos mas los que nos interesamos! Genial el toque medio poetico, algo distinto, como ya lo dijo alguien mas. Saludos desde Tucuman!

Anónimo dijo...

Si dejo esta pagina aca es porque necesito gente como ustedes, porfavor entren y aporten http://proyectosideral.blogspot.com/

ES EL INICIO DE UN NUEVO PROYECTO

Chapellina dijo...

Hermoso. También suena increíble en la voz de María Gabriela Epumer.

Paya dijo...

MI CANCION FAVORITA!!! ojala que cada vez seamos mas los que llevemos esa antorcha, SPINETTA UNICO EN NUESTRA ESPECIE.
SALUDOS...

Rogerio.Federer dijo...

Descubrí está canción e inmediatamente me di cuenta que no somos comunes.gracias por estar en la misma sintonía

Rogerio.Federer dijo...

Desde que escuché esta canción tuve la necesidad de encontrar gente que la sienta como yo. Excelente arte de un genio inmortal

Humano dijo...

Escuché y entró en mi mente esa canción a los 19 años. Veníamos desde una época muy oscura y se avecinaban otras más oscuras. La poesía, la de estos monstruos abrementes, jamás estuvieron lejos de la cuestión social. De hecho todo el arte está relacionado a lo humano y en cuanto humanos somos.
Dicho eso, esa noche con amigos, caiben el trance y la poesía se ababrio camino solita en mi cabeza, fue un antes y un después; fui adelante con nuevas energías para CAMBIAR EL MUNDO, a escribir, a buscar los caminos para extender las alas y contagiar a todo el que quisiera. También, y lo más extraño es que también me di cuenta que quería tener a mi hijo, 11 años después fui padre. Hoy es un hombre, y aún escribo poesias y trato de cambiar el mundo junto a él y a mi hija que vino un tiempo después.
Y gracias a esta canción en particular.
Abrazo y sigamos abriendo cabezas!