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30 de octubre de 2009

El negocio cooperativo del reciclado de basura .

Cartoneros y desocupados juntan residuos sólidos antes de que se conviertan en basura y los reconvierten. De esta manera, contribuyen al cuidado de la salud y del ambiente y generan cientos de puestos de trabajo genuino.


Un grupo de recolectores de residuos de Capital Federal y de la provincia de Buenos Aires se organizó en cooperativas y juntan residuos sólidos –papel, vidrio, cartón, plásticos y metales– antes de que se conviertan en basura, con lo que contribuyen al cuidado de la salud y del ambiente y generan cientos de puestos de trabajo genuino.

Se trata de trabajadores-recuperadores agrupados en cooperativas como Padilla, El Ceibo, El Amanecer y José C. Paz, señaló Marcelo Arbit, coordinador de la Secretaría de Ecología y Ambiente de la Central de Movimientos Populares (CMP).

“Un grupo de trabajadores descubrió hace más de 10 años que comunicándose con los vecinos de un territorio determinado podían recuperar los residuos sólidos directamente, evitando que se entierren y conformen basurales a cielo abierto. Situación que ya ha colapsado”, señaló Arbit.

Luego explicó que “estos emprendimientos –en continuo crecimiento– cuentan con el apoyo de los vecinos, de las cooperadoras escolares y decenas de promotores sociales voluntarios que reproducen el proyecto en distintos puntos del país”.

Los emprendimientos de los ex cartoneros se basan en la cada vez más creciente proliferación de basurales a cielo abierto, que en pocos años colapsarán definitivamente rechazados en forma contundente por varios municipios del conurbano bonaerense. “Por ello, estas experiencias son herramientas en la búsqueda de soluciones reales para cumplimentar leyes que hoy existen tanto en la Capital Federal como en la provincia de Buenos Aires para lograr que no se entierre más la basura de los argentinos”, añadió.

La mecánica de trabajo es la siguiente: el vecino entrega los residuos secos a los recuperadores –ex cartoneros– y ellos –en galpones adecuados– los separan para generar su máximo aprovechamiento. El resultado es doble porque, además de generar trabajo genuino para cientos de emprendedores, se hace un aporte sustancial a la conservación del medio ambiente.

La Cooperativa Padilla, de Ciudadela, en el partido de Tres de Febrero, recicla plásticos y los convierte en materia prima para producir productos nuevamente plásticos, y logra una calidad equivalente al 98% de los productos vírgenes.

Ricardo “Coco” Niz –secretario general de la Agrupación Sindical Cartoneros Independientes (Ascira) e integrante de Cooperativas, Recuperadores y Organizaciones Sociales (CRYOS)– explicó cómo nació la idea productiva de los ex cartoneros y la forma de organización con los vecinos.

“Ya vamos para más de dos años con programas de concientización vecinal, con un programa de organización social y de preparación de los compañeros cartoneros en situación de calle. En un trabajo directo con los vecinos el que denominamos recupero domiciliario”, remarcó Niz.

“Nosotros directamente trabajamos con los vecinos y los integramos a un programa de separación de basura en el origen; se lo capacita al vecino para separar los residuos secos y se conviene en cuadrículas, días y horarios con compañeros transformados en promotores ambientales que retiran todo lo que el vecino separa”, subrayó.

Los recolectores juntan y acopian vidrio, papel, cartón, plástico, metales. “De esta manera evitamos, en conjunto, vecinos y promotores ambientales, el entierro de toneladas de productos no degradables y contaminantes para el medio ambiente”, precisó Niz.

La experiencia de los recolectores domiciliarios se desarrolla en los barrios Ejército de los Andes (ex Fuerte Apache), de Ciudadela; en José C. Paz; en Pilar y San Miguel, y desde allí hacia los barrios porteños de Palermo, Chacarita, Flores, Devoto, Villa Crespo, Colegiales y Retiro.

Además, los ex cartoneros confluyen en territorio porteño con sus pares agrupados en la Cooperativa El Ceibo, que dirige Cristina Lescano. “Una vez realizada la recolección –explicó Niz– se acopia en galpones preparados y se comercializa, hasta poder lograr la tan esperada industrialización, como ya tienen los compañeros de la Cooperativa Padilla, quienes están más avanzados en organización y ya están reciclando materiales recolectados”.

“El objetivo es comunicar a los vecinos de estos logros, que son importantes y que en todos los territorios se concreten emprendimientos similares”, añadió. Esto se hace, comentó, “apoyados políticamente por algunos intendentes de la provincia de Buenos Aires y por la Central de Movimientos Populares”.


Fuente: Criticadigital.com

Si querés conocer de qué se trata la ley de basura cero, andá a este post.

Si querés saber acerca de cómo se puede hacer del problema de la basura, una negocio gubernamental ecológico y rentable, leé estos posts.
La importancia del reciclado. Parte 1. Aluminio.
La importancia del reciclado. Parte 2. Plásticos.
La importancia del reciclado. Parte 3. Papel.

Para conocer el emprendimiento de Bioluján para terminar con la basura orgánica convertida en abono de calidad, sin olor y a bajo costo, leé este otro post.

8 de julio de 2009

Riachuelo: no se cumple con el fallo de la Corte Suprema.

Faltan el cronograma de obras, el control de basurales y los planes de salud. Qué pasa con el crédito del Banco Mundial.

No se conoce con exactitud el número de industrias que contaminan el Riachuelo, ni la cantidad de basurales que siguen acechando sus márgenes, mucho menos se implementaron planes de asistencia de salud para los más de dos millones de personas que viven afectados directamente por su contaminación. Hoy se cumple un año de la sentencia de la Corte Suprema de Justicia que ordenó a los estados nacional, provincial y de la Ciudad de Buenos Aires el saneamiento de la cuenca Matanza-Riachuelo, y muy poco hicieron para cumplir con los plazos que estableció el máximo tribunal.
En efecto, el 8 de julio del año pasado, la Corte ordenó que la Acumar, Autoridad de Cuenca (constituida por los tres estados implicados y por diversas ONG participantes), que inspeccione, en un plazo de 30 días, todas las empresas de la zona para conocer los afluentes que desechaban en el lugar, al tiempo que estableció un año de plazo para que se encargue de erradicar todos los basurales clandestinos y los asentamientos que los rodean. Pero también debía poner en marcha un plan sanitario y encargarse de la limpieza de sus márgenes y de la realización de obras de agua potable, desagües y cloacas. El único avance hasta el momento es la concesión de un crédito de 850 millones de dólares que el Banco Mundial anunció el mes pasado para su saneamiento, pero que todavía genera dudas acerca de cómo será su utilización.
“Las condiciones para que el Banco Mundial efectivamente realice el desembolso son muy complejas, por lo que el dinero podría estar llegando recién en el próximo gobierno”, sentenció en diálogo con Perfil.com el ex embajador de Asuntos Institucionales Raúl Estrada Oyuela, miembro honorario de la Asociación Vecinos de la Boca, ONG que participa en la Acumar. Y agregó: “El crédito no es cosa inmediata, ni resuelve los temas de hoy”.
Es que, según explica Estrada Oyuela, uno de los destinos del dinero es para la construcción de dos grandes ductos que desemboquen en dos plantas de tratamiento, en Avellaneda y Berazategui, donde sólo se filtrarán los sólidos de las aguas. “El resto de los líquidos cloacales crudos serán eliminados directamente al Río de la Plata, lo cual es motivo de preocupación para las ONG intervinientes y para el mismo banco que otorgó el crédito”, señaló el especialista.
En el mismo sentido se pronunciaron desde Greenpeace, ONG que también interviene como participante civil en Acumar. “Lo peor de todo es que han establecido como uso del río parámetros de contaminantes que sólo generan que no tenga mal olor, mientras que las cloacas en vez de tratarlas van a ser llevadas al Río de la Plata”, señaló Martín Pietro, director ejecutivo de la organización. Y agregó: “A un año del fallo de la Corte aún no se ha terminado de inspeccionar a las más de 4.000 industrias que dicen que hay censadas, no hay metas de reducción progresiva y gradual de los contaminantes del río, no hay provisión de agua potable, no hay sanitario de emergencia para la población que vive alrededor de la cuenca..., en fin, no tienen ni siquiera un mapa para saber dónde están parados”. En efecto, según un censo de Acumar, habrían una 4.100 industrias en los alrededores de la cuenca. Sin embargo, censos anteriores realizados por ONG estimaban más de 10.000.
Mientras tanto, en el marco de los incumplimientos a un año del fallo de la Corte, el juez federal de Quilmes, Luis Armella (designado por el máximo tribunal para controlar las tareas de Acumar), le ordenó a la Autoridad de la Cuenca que presente en 10 días un cronograma oficial para las obras de saneamiento que pretende realizar con el dinero del Banco Mundial, con el correspondiente estudio de impacto ambiental de cada obra. También le ordenó hacer 20 inspecciones diarias (en vez de las tres que informó que venía haciendo) para controlar los basurales clandestinos, y explicar las razones de las demoras en el cumplimiento de las obras que habían sido anunciadas.

“Lo único bueno que se ha observado desde el fallo es el crédito del Banco Mundial y el trabajo del juez Armella que ha mostrado voluntad en tratar este tema. Pero sobre el crédito, si bien dota al Estado de los recursos necesarios para realizar las obras de sanemianto, sino se gestiona adecuadamente va a pasar lo mismo que con el crédito del BID, cuya implementación fue nefasta”, destacó Andrés Napoli, director del Area Riachuelo de FARN, ONG involucrada en el saneamiento de la cuenca.

Fuente: Perfil.com

8 de febrero de 2009

Nada se tira: descubren una fórmula para reutilizar la basura orgánica

Es un compuesto que degrada la materia en tiempo récord, a bajo costo y sin olores. N. Calisti, de criticadigital.com

Un proyecto de innovación biotecnológica que permite el reciclado de la basura sin contaminar y su transformación en abono orgánico ,en un plazo récord a bajo costo, está siendo probado en lla ciudad entrerriana de Gualeguay. (Télam)

Un equipo de investigadores argentinos liderados por el químico Rodolfo Segovia, egresado de la Universidad de La Plata, desarrolló un compuesto de microorganismos que descomponen la materia orgánica en un máximo de 20 días, una fórmula que acelera los procesos naturales de degradación y que es aplicada en forma piloto en una planta recicladora de basura en la ciudad entrerriana de Gualeguay.
La fórmula, cuyo nombre comercial es Starter Z001, lleva 20 años de experimentación y desde septiembre pasado, se aplica en ese municipio que hasta entonces arrojaba todos sus desperdicios en un basural a cielo abierto ubicado a pocos metros de la costanera entrerriana.
El proceso tiene como antecedentes algunas pruebas experimentales en los municipios de Las Heras, Mendoza; Villa Giardino, Córdoba; y Luján, Provincia de Buenos Aires.

La alternativa ecológica a los basurales a cielo abierto.
Para agilizar el proceso natural de degradación a baja temperatura, el equipo de Segovia aisló los microorganismos más eficientes para la descomposición de la basura orgánica, bacterias y hongos que habitan en el suelo y se activan a menos de 40 grados.
El objetivo de la fórmula es reciclar la basura orgánica -restos de comida, restos forestales, materiales que entran en descomposición-, que constituye más de la mitad de los desperdicios que se generan en las localidades urbanas, y transformarla en un abono orgánico biológico de alta calidad sin generar gases tóxicos ni líquidos contaminantes.
El nuevo sistema se perfila como una alternativa ecológica a los basurales abiertos, los incineradores y los rellenos sanitarios. Al activarse a menos de 40 grados, el pool de microorganismos actúa sin levantar temperaturas altas ni desprender gases como metano y anhídrido carbónico.

Como el proceso no dura más de 20 días, los metales, por ejemplo el de las pilas, no se corrompen y por lo tanto, no se generan líquidos lixiviados contaminantes de los suelos”, explicó a Criticadigital Santiago Ascheri, químico egresado de la Universidad Nacional de Cuyo que integra el grupo de investigadores que trabaja con Segovia en unos laboratorios en San Luis.

La velocidad del proceso de biotransformación evita la generación de malos olores, la proliferación de insectos y de roedores.

La planta piloto de Gualeguay incluye un predio donde se siembra soja: la mitad de los plantines está enriquecido con el abono que se desprende de la basura tratada y la otra mitad, la siembra testigo, no.
El Centro Regional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas de la Universidad Nacional de Cuyo, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, la Universidad de Luján y la Universidad de Buenos Aires son los organismos que auditaron el compuesto.
"En todas las evaluaciones realizadas, los resultados han sido altamente satisfactorios”, afirmó Ascheri.
En Gualeguay fueron más efusivos y aseguraron que los plantines enriquecidos crecieron hasta un 30% más que los otros.

Sobre el reciclado sin olores.
“Los beneficios son evidentes”, señaló el investigador y explicó que los residuos sólidos urbanos se reducen en un 50% y como el otro 50%, aproximadamente, es reciclable –papel, plástico, vidrio-, no debería quedar nada por enterrar.

En Gualeguay, todo empezó cuando el municipio llamó a licitación para erradicar el basural a cielo abierto y dar una solución ecológica al problema de los residuos domiciliarios. El equipo de Segovia se presentó a través de la empresa BioLuján S.A, que comercializa la fórmula.

El municipio se entusiasmó con el sistema e instaló una planta experimental. BioLuján aportó lo demás, sin costo, como una prueba piloto para llevar a la práctica 20 años de investigación.

“Gualeguay genera unas 16 toneladas diarias de basura y el 70% es orgánico -señaló el intendente Luis Erro-. Los resultados, hasta el momento, son muy positivos”. La empresa trata el 50% de la basura orgánica de la ciudad: en los próximos meses tratará el 100%; la idea es enterrar menos del 5%.

El auditor que el municipio designó para controlar semanalmente la planta piloto es el ingeniero forestal Raúl Lesca. “Se aplican 2 kilos de fórmula cada 200 kilos de basura y se los va hidratando con agua en unos piletones”, explicó. ¿No hay olores? “Nada de nada -aseguró Lesca-, es la ventaja que tiene la degradación a baja temperatura. Si hay olor en la planta, proviene de la basura recolectada, que ya está en proceso de descomposición, pero no de los piletones”.

Los camiones municipales recolectan la basura a diario y la depositan en una cinta seleccionadora donde un grupo de operarios, separa la materia inorgánica de la orgánica que va a una máquina moledora y de ahí, al contendor donde se le aplica el inoculo de microorganismos y se la hidrata con agua.

La materia se degrada en tiempo récord –un máximo de 20 días frente a los meses que demora un proceso normal de descomposición- en 24 playones de hormigón de donde se retira al abono que alimenta los plantines de soja.

Erro está entusiasmado. “La soja que se sembró en la tierra enriquecida creció hasta un 30% más”, destacó y dijo que ya tiene agendadas varias visitas de otros intendentes bonaerenses y de localidades de Chile y México, que miran con interés el desarrollo de la planta piloto.


Mensaje para el Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
Mauricio, la Ciudad de Buenos Aires genera 5000 toneladas diarias de basura sin diferenciar. No hay educación para el reciclado. No hay intensión de tu parte de continuar con los contenedores que hoy sirven para que los recuperadores informales -"cartoneros"- devuelvan al rico circuito de la esta fabulosa mina a cielo abierto, papeles, cartones, plásticos, vidrios, aluminio, etc.
La solución es que implementes en un 100% la Ley de Basura Cero. (hacer click para conocerla y ver los post relacionados al tema del fabuloso negocio del reciclado)
Podemos hacer del problema de la basura, un negocio para todos los vecinos. Sólo tenés que decidirte a cortar con la corrupción de los que lucran llevando toneladas de basura sin separar.
Lo imperdonable es que el conurbano bonaerense hipoteque su futuro de salud para millones de compatriotas. Los lixiviados que se filtran a las napas son veneno puro.
Es hora de actuar, de gestionar, de implementar todas las soluciones que tenemos al alcance y las que se nos ocurran de aquí al final de tu gestión.
Espero que recapacites.

30 de septiembre de 2008

Conociendo la Ley de Basura Cero.

Antes que nada, les recuerdo los post que he hecho al respecto de la valiosísima fuente económica y laboral que resulta el reciclado de materiales desechados como Residuos Sólidos Urbanos (RSU).

Es muy importante que puedan interiorizarse en el tema de la real capacidad de reciclado que disponemos ya que nos permite proyectar la eliminación total del costo de la basura como erogación que hoy pagan todos los contribuyentes de la Ciudad de Buenos Aires. Esto es sólo posible con una ley orientada a ese efecto y la capacidad de la dirigencia para llevar adelante esa indispensable tarea.

La ley la tenemos pero no se aplica.
Pero lo más grave que sucede con la basura que enterramos es, lo que enterramos.
Estudios realizados (2) sobre muestras de lixiviados (líquidos que se filtran de la basura y contaminan las napas subterráneas) demostraron la presencia de mercurio, plomo, cromo, zinc y PCB en cantidades que superan los límites permitidos para vertidos en cursos de agua. Estos elementos pueden provocar daños renales, malformaciones congénitas, enfermedades en la piel, cáncer, alteraciones hormonales y abortos prematuros, entre otras dolencias.

Sobre la Ley de Basura Cero.
Sancionada el 24/11/2005, reglamentada el 04/05/2007.

1. Adopta el concepto Basura Cero como política de gestión de RSU
La ley establece como principio rector el concepto de Basura Cero, entendiendo por esto “el principio de reducción progresiva de la disposición final de los residuos sólidos urbanos, con plazos y metas concretas, por medio de la adopción de un conjunto de medidas orientadas a la reducción en la generación de residuos, la separación selectiva, la recuperación y el reciclado.“ Este artículo es el que marca el rumbo hacia el cual se quiere avanzar en materia de manejo de residuos urbanos, que guiará todas las medidas que se apliquen.
Comprende sólo a los residuos sólidos urbanos, es decir que no incorpora ni a los residuos patogénicos, ni a los industriales ni radioactivos.

2. Fija objetivos de reducción progresiva del enterramiento de residuos
La ley establece un cronograma de reducción progresiva del enterramiento de residuos, con plazos concretos: reducción de un 30% 30% para el 2010, de un 50% para el 2012 y un 75% para el 2017. Prohíbe, finalmente, el enterramiento de residuos aprovechables y reciclables para el año 2020. Los plazos otorgan un marco de tiempo al objetivo mencionado anteriormente. En un plan de Basura Cero es primordial fijar objetivos claros y estimulantes para reducir progresivamente el enterramiento de residuos, sin incineración.
Fijar plazos con fecha es importante porque permite marcar la dirección hacia donde se quiere avanzar y determinar un marco de tiempo real para llegar hacia ese objetivo. También permite ir comprobando, a lo largo del tiempo, si los esfuerzos que se están haciendo son suficientes, si efectivamente contribuyen a reducir el enterramiento, si es necesario hacer ajustes, etc. Y, además, ir previendo medidas para adoptar en distintas etapas, que generarán resultados en el corto, mediano y largo plazo.
Es importante que las metas se fijen en términos de reducción de la cantidad de materiales que se enterraron y no en cantidad de materiales que se reciclaron, porque de esa forma se contabilizan los impactos reales realizados para reducir el enterramiento, y se impone un esfuerzo primordial para reducir la generación de residuos en primer lugar, y se contempla todo el espectro de medidas que se toman en el plan, no solo el reciclaje. Si se contara la cantidad de residuos que se reciclaran, el porcentaje de reciclaje podría aumentar sin que disminuya la cantidad de basura enterrada, si paralelamente aumenta la generación de basura y/o se producen más residuos que no se pueden aprovechar, etc.

3. Prohíbe la incineración de residuos
La Ley Basura Cero prohíbe la incineración de residuos en todas sus formas, con y sin recuperación de energía. La prohibición estará vigente al menos hasta que se llegue al objetivo de reducción del 75%, un término medio al que se llegó ante la presión de la industria, que no estaba de acuerdo con esta prohibición. Una vez alcanzado ese porcentaje de reducción, se prevé reiniciar las discusiones sobre la habilitación de la incineración o no. Esta prohibición es imprescindible para la correcta aplicación de un plan de Basura Cero, ya que el plan apunta a reducir el enterramiento de residuos para su reaprovechamiento en el circuito productivo o natural, a través de la reutilización, el reciclaje y compostaje. Si la incineración hubiera quedado habilitada, esto brindaría un incentivo para reducir el enterramiento por esa vía, lo que generaría severos impactos ambientales y de salud, y además pondría una seria amenaza para quienes trabajan de la recuperación de materiales reciclables tales como papel, cartón o plásticos, ya que estos mismos materiales son preciados por las plantas de incineración con “recuperación” de energía por su alto contenido calorífico.

4. Extiende la responsabilidad del productor por sus artículos
Extiende la responsabilidad de los productores, importadores y distribuidores de aquellos productos o envases de difícil o imposible reciclaje. La Extensión de la Responsabilidad es una herramienta para devolver a la industria su responsabilidad por los bienes que introduce en el mercado. De esta forma, quien produce artículos que contienen sustancias tóxicas, o son difíciles de aprovechar, debería hacerse cargo de su manejo luego de que son desechados. La ERP promueve así la responsabilidad “de la cuna a la cuna”, como un incentivo para que los fabricantes rediseñen los productos incorporando criterios que permitan que duren más, contengan menos tóxicos o sean fácilmente aprovechables mediante la reutilización, reciclaje o compostaje. Entiende que quienes están en condiciones de modificar todo eso que no podemos aprovechar son precisamente sus fabricantes, y ellos son quienes deberían cargar con el costo de hacerlo.

5. Establece la separación en origen y la recolección diferenciada
El sistema contemplado en la ley incluye la separación en origen. En principio se prevé la separación entre residuos secos y húmedos, y se contempla un cronograma paulatino para concientizar y enseñar a los ciudadanos a separar correctamente.
Junto con la separación en origen, prevé la recolección diferenciada de las partes secas y húmedas. La recolección de estos dos tipos de residuos se hará en diferentes días. La separación se prevé en dos tipos de residuos inicialmente, con la idea de ajustar esto e incorporar mayores categorías una vez que el sistema esté aceptado por la población.
La separación en origen y la recolección diferenciada son clave para el éxito de un plan de Basura Cero, ya que evitan que los distintos tipos de residuos se mezclen y contaminen entre sí. Manteniendo los materiales limpios aumenta considerablemente el porcentaje recuperable y disminuye lo que se entierra. La separación en origen es un hábito que exige mucho diálogo, incentivos y premios para instaurar, pero una vez incorporado se realiza de modo rutinario y trae enormes beneficios en toda la cadena de los materiales.

6. Habilita centros de selección para residuos secos
La ruta establecida luego de la recolección diferenciada de los residuos secos es su desvío a centros de selección. En ellos, se prevé que los materiales reciclables sean clasificados y acondicionados para su venta a plantas de reciclaje. Todos aquellos materiales que no se puedan reciclar se desviarán a los centros de transferencia y luego a rellenos sanitarios.

7. La ruta de los residuos orgánicos: de vuelta a la naturaleza
Los residuos orgánicos, es decir más de la mitad de los residuos generados por la ciudad, también se separan en origen y se prevé su desvío hacia plantas de compostaje o biogás. Este paso es fundamental ya que es esta porción de residuos la que genera la mayor parte de los impactos de los rellenos, como generación de metano, olores, lixiviados, etc., y porque cierra el circuito de los materiales devolviendo nutrientes al campo que nos provee de alimentos.

8. Establece incentivos para los recuperadores urbanos
La ley establece que los recuperadores urbanos tendrán garantizada la prioridad e inclusión en los procesos de recolección de residuos sólidos urbanos secos y en la administración de los centros de selección. También dispone el establecimiento de líneas de crédito para la adquisición de bienes de capital por parte de este sector. Estas medidas pretenden complementar y reforzar las disposiciones incluidas en la Ley 992 del año 2002, que incorpora a los recuperadores urbanos al servicio de higiene urbana de la ciudad y les otorga beneficios y derechos en su actividad.

9. Presentación de informes anuales a la Legislatura
Uno de los mecanismos de control que establece la Ley es la presentación de un informe anual por parte del poder Ejecutivo (quien aplica la ley) a la Legislatura (quien la elaboró) sobre los avances de la ley. El objetivo es que pueda haber una revisión en tiempo real del progreso que se va realizando, ver si es necesario ajustar algo de la ley, verificar si los objetivos están bien fijados o no, emitir alguna legislación complementaria, etc.

10. Establece un mecanismo de control de los sectores no gubernamentales
El artículo 10 de la ley se prevé la formación de una comisión de monitoreo de los avances de la ley, integrado por organizaciones no gubernamentales, recuperadores urbanos, cámaras empresariales, institutos de investigación científica, etc. Esto es importante porque fomenta la participación de la ciudadanía, enriquece el diseño y la aplicación de las políticas de Basura Cero debido a la experiencia de los diferentes sectores, otorga transparencia al proceso y obliga al Estado a dar cuentas de su labor a la ciudadanía.
La ley de Basura Cero fue aprobada por unanimidad en noviembre del año 2005. Es una ley compleja, que refleja una realidad compleja donde se incluyen factores ambientales, sociales y económicos. En su esencia, incorpora los principales componentes de un plan de Basura Cero, adaptados al contexto local. Como se decía anteriormente, no hay dos planes de Basura Cero iguales, así como no hay dos comunidades iguales. Sin embargo, el espíritu Basura Cero, de avanzar hacia la cero disposición final e incineración de residuos, y la creación de circuitos cerrados donde todos los materiales sean seguros y aprovechables, está incorporado.

Como verán, la Ley es bien clara.

Sobre la actualidad de la gestión Macri y la Ley de Basura Cero.
Lamentablemente, el gobierno de la Ciudad desconoce la Ley y a nombre de “Basura Cero” intenta perpetuar un sistema de gestión de residuos contaminante, basado en el enterramiento masivo de basura y en la incineración.
El proyecto de gestión de residuos del actual Gobierno porteño no conduce a solucionar el problema de la basura, solo lleva a la creación de más rellenos en el Conurbano Bonaerense. Desde el Gobierno de la Ciudad no se están haciendo los esfuerzos necesarios para cumplir con las metas de la Ley e, injustamente, se responsabiliza a los vecinos por el “fracaso” de la misma.


Por todo esto, hoy te pido:
A sumar tu compromiso individual contando cómo vos en tu casa o trabajo ya estás colaborando con el cumplimiento de la Ley a través de la separación de residuos en origen.
Si formás parte de una organización, si te has organizado en tu barrio, en tu edificio o en tu trabajo, también podés sumarte y contarnos cómo es la experiencia que están llevando adelante.
Por eso, una vez que hayas firmado el compromiso con la Ley podés enviar tu foto o un video a Greenpeace mostrando cómo separás tus residuos en origen y cómo usás correctamente los contenedores de la vía pública para testimoniar tu acción y demostrar que la implementación de la Ley Basura Cero es posible.
Sumate ahora a los vecinos de Buenos Aires que queremos demostrar nuestro compromiso con la Ley de “Basura Cero”, promoviendo, además, que el gobierno de la Ciudad adopte las decisiones correctas. Sólo así reduciremos realmente la cantidad de residuos que se entierran diariamente en los rellenos sanitarios del Conurbano Bonaerense.
Exigile ahora al Gobierno porteño la plena implementación de la Ley “Basura Cero”; la contenerización diferenciada del 100% de la Ciudad y la realización de una campaña masiva de educación que guíe a los vecinos en la separación de residuos en origen y en el correcto uso de los contenedores.
Para sumar tu compromiso hacé click aquí.

Hacé click en la foto para ampliar

Descargáte el afiche para imprimir y pegar en el almacén, en la escuela, en tu trabajo, o en donde puedan tomar conciencia tus vecinos. Participá activamente como vector de conciencia.