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23 de septiembre de 2008

Desiertos verdes y silenciosos.

Los monocultivos de árboles a gran escala que se han promocionado en países de nuestro continente con especies de rápido crecimiento, tales como eucaliptos y pinos, se convierten en desiertos verdes monocromáticos que generan impactos negativos importantes tanto en lo económico, en lo social y ambiental.
Nota enviada por Norberto Ovando*

Plantaciones de pino Insigne / foto papelnet Chile


Desde el 2004, a partir de una iniciativa de la “Red contra el Desierto Verde” (Brasil), cada 21 de septiembre se conmemora el “día internacional contra los monocultivos de árboles”.


Sobre la Deforestación
Entre las causas directas más importantes de la deforestación figuran la conversión del bosque a la agroganadería, la urbanización y la construcción de carreteras, la actividad de las empresas madereras, la minería, la explotación petrolera, la construcción de oleoductos y gasoductos, los incendios y la construcción de grandes represas hidroeléctricas. Las grandes plantaciones forestales para abastecer a diferentes industrias de materia prima barata, son también causa directa de deforestación en la medida que estos cultivos son precedidos generalmente por la tala del ecosistema forestal nativo.
Sin embargo, el verdadero motor, causante de que todas estas actividades se realicen en forma depredadora e insustentable es el modelo de "desarrollo" vigente. Este implica la explotación irrestricta de la totalidad de los recursos del planeta, con el objetivo de alimentar un siempre creciente mercado consumidor.
El Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, los bancos multilaterales regionales y la Organización Mundial de Comercio han sido fundamentales en todo el proceso, impulsando y apoyando financieramente desde la construcción de carreteras y de represas hidroeléctricas, hasta forzando a los gobiernos a centrar sus esfuerzos en orientar la producción hacia la exportación, con el objetivo de poder cumplir con el servicio de la deuda externa. Además, el ajuste estructural impuesto por esos organismos ha implicado el "achique" del Estado, una de cuyas consecuencias ha sido la falta de recursos humanos y financieros a nivel del Estado para atender a la protección y manejo sustentable de los bosques.
Según la FAO, el noventa por ciento de la deforestación es provocado por prácticas de agricultura insustentable, mientras que la tala y la plantación de árboles para explotación forestal desempeñan un papel más importante en la degradación de los bosques. Por más controvertidas que sean estas cifras, en todo caso puede decirse que la agricultura insustentable es sin duda una de las principales causas directas de la deforestación y la degradación de los bosques en muchos países del mundo.


No a los monocultivos
En Argentina, gran parte de la selva Paranaense de la provincia de Misiones ha sido sustituida por enormes monocultivos de pinos exóticos, en tanto que las plantaciones de eucalipto para celulosa avanzan en otras provincias como Corrientes y Entre Ríos.


Bosque nativo del noroeste argentino / foto INTA

En Brasil, grandes empresas plantadoras vinculadas a la industria de la celulosa están concentrando amplias áreas de tierra fértil en sus manos, constituyéndose en uno de los mayores obstáculos para la realización de la reforma agraria.
En Chile, la expansión de las plantaciones forestales se ha hecho a expensas de los territorios tradicionales del pueblo Mapuche y de la violación sistemática de sus derechos. Dicha expansión está además asociada a graves procesos de degradación ambiental, pérdida de biodiversidad, reducción y contaminación con agrotóxicos de las fuentes de agua superficiales y subterráneas, y la pauperización de la población local.
En Colombia, las plantaciones de pinos y eucaliptos han dado lugar a graves violaciones de los derechos humanos, y migración forzada de las comunidades locales.
En Costa Rica el gobierno incrementó el monto del subsidio para las plantaciones de monocultivos, a pesar de que los monocultivos de árboles para producir madera no han rendido lo esperado y se ha demostrado que 20 años de políticas de subsidios a las plantaciones de árboles han sido un fracaso.
En Ecuador, las comunidades indígenas, afrodescendientes y campesinas están siendo afectadas por el avance de monocultivos de pinos, eucaliptos y palma aceitera, que destruyen las bases de sustentación de las poblaciones locales y expulsan a la población rural.
En Nicaragua se ha dado un importante paso en sentido inverso, cuando en junio de este año el Director del Instituto Forestal declaró que “No se derribarán más bosques y no permitiremos la siembra de monocultivos porque destruye la biodiversidad del ecosistema”.
En Paraguay un proyecto de ley que estaría abriendo las puertas al monocultivo de árboles a través de una política de promoción basada en subsidios y otros apoyos estatales a la forestación.
En Perú, el gobierno ha aprobado el marco legal para la expansión de los monocultivos de árboles, en base a las mismas promesas de empleo y desarrollo que ya se han demostrado falsas en todos los países de la región.
En Uruguay, los monocultivos de eucaliptos y pinos han generado graves impactos sobre el principal ecosistema del país (la pradera) y han dado lugar a un agudo proceso de concentración y extranjerización de la tierra por parte de grandes empresas, que han desplazado a los tradicionales productores de alimentos.

Los eucaliptos son especies vegetales que proceden de Australia, Tasmania y Nueva Guinea principalmente. Plantación en Cerro Azul – Misiones / foto INTA

En todos los países donde se han implantado estos monocultivos, las consecuencias han sido las mismas: mayor riqueza y poder para unas pocas empresas nacionales y extranjeras y mayor pobreza para las comunidades locales.


Las plantaciones no son bosques
Lo único que tienen en común, los bosques nativos con las plantaciones, es la presencia de árboles. Un bosque es un sistema complejo, que se autoregenera y que incluye suelo, agua, microclima, energía y una amplia variedad de plantas y animales en mutua relación. Una plantación comercial, por el contrario, es un área cultivada, cuyas especies y estructura han sido drásticamente simplificadas para producir sólo unos pocos productos, ya sea madera, leña, resina, aceite o frutas. A diferencia de los bosques, en una plantación los árboles tienden a pertenecer a una reducida variedad de especies y la fauna no la habita, convirtiéndola en silenciosa.


Sin embargo pareciera que en la mayoría de nuestros países se hace oídos sordos a los reclamos de la gente y se continúan promoviendo políticas que están agravando la situación ambiental y social y que incrementarían las áreas de “desiertos verdes”. Las que se anuncian como “soluciones” para el cambio climático, no sólo no solucionarán el problema sino que serán causa de mayores padecimientos en las comunidades. Los mal llamados “sumideros de carbono” y los agrocombustibles son ejemplos de estas falsas soluciones que ya se están implementando en nuestros países. A ello se suma el peligro de los planes para la liberación de árboles transgénicos, que en nuestra región ya están siendo genéticamente manipulados en laboratorios en Chile y Brasil.
Robert Jackson, profesor de Biología de la Universidad de Duke, ha investigado durante varios años los impactos de las plantaciones sobre el agua. “El establecimiento extensivo de árboles podría comprometer el reabastecimiento de las aguas freáticas (capas subterráneas de agua) a escala de paisaje, con lo que su uso sería transitorio y se produciría una mengua generalizada de las aguas freáticas”, escribió en un artículo de 2004, publicado en Global Change Biology.
Actualmente la industria de la celulosa se está mudando a los países del MERCOSUR, y tiene planes de aumentar drásticamente su capacidad de producción en más de 25 millones de toneladas, o más, en los próximos cinco años. Esto significa que se necesitarán extensas superficies de plantaciones de crecimiento rápido para alimentar sus fábricas de celulosa.
Los pueblos deben oponerse a la expansión de monocultivos forestales a gran escala a nivel de toda la región, para lograr una vida más armoniosa con el medio natural.



* Vicepresidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN -
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas – WCPA – de la UICN
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP -

19 de septiembre de 2008

Crímenes ambientales en la amazonía.

Los científicos temen que la destrucción de la selva amazónica afecte al clima global, además de amenazar a especies únicas de fauna y flora.
Nota enviada por Norberto Ovando*

Los satélites están registrando en este momento más de 1900 focos de incendios en la amazonía brasilera. / foto Google

¿El “pulmón” del planeta?
En términos de diversidad y extensión, no hay en el planeta una región comparable al Amazonas, siendo la mayor selva tropical del mundo ya que en ella habita el 30% de la vida animal y vegetal de la Tierra, y es una importante fuente de medicinas.
Ocupa una superficie aproximada de seis millones de km². La preocupación actual se centra en las constantes presiones a las que se encuentra sometida, entre ellas, el contínuo avance de la frontera agrícola la está convirtiendo en un emisor neto de dióxido de carbono debido a la quema indiscriminada de sus árboles.

De las especies vivas apenas el 30% son conocidas por la ciencia. Más de 3000 especies de árboles guardan sus secretos. Medicinas, nuevos alimentos, estrategias de adaptación y una inmensa cantidad de nuevos conocimientos. Por eso la importancia de conservar la selva intacta. Viven en la región amazónica 40 millones de personas.

Devastando las reservas naturales
Durante los meses de julio a octubre, la amazonía vive su período de seca, y es cuando los inescrupulosos provocan los incendios de la forma más agresiva y devastadora.
De las 295 unidades de conservación que hay en la amazonia, al menos en 44 de ellas los satélites del INPE han detectando focos de incendios.

“Los grandes incendios son originados por los agricultores para limpar pastos", opina Elmo Monteiro, Coordinador del Centro Especializado Prevfogo, del Instituto Brasileiro del Medio Ambiente y de Recursos Naturales Renovables –IBAMA-, que monitorea y maneja los equipos para combatir incendios en áreas protegidas.
El Ministério de Medio Ambiente-MMA-, detectó nuevos casos de destrucción de la selva Amazónica. Esta vez los crímenes ambientales ocurren dentro de diferentes áreas protegidas como el de la Reserva del Parque Nacional de Juruena, en la región de Alta Floresta (MT), ya que en el corazón de la misma se encuentra una fazenda destinada a los agronegocios y su propietario destruye la vegetación y la fauna nativa, extrayendo madera y palmitos en forma ilegal, introduce ganado, al igual que miles de permisionarios
Otro incendio tambien desbastó varias hectáreas del área de conservación de la Serra do Lajeando en Palmas en el estado de Tocantins, el que se encuentra en tercer lugar en el ranking de incendios forestales del país.

Datos alarmantes
El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE), presentó datos alarmantes sobre La devastación de algunas regiones de la amazonía, amenazadas de ser transformadas en áreas semi-áridas, debido a la deforestación, los incendios y la disminución de las lluvias.
El Instituto de Meteorologia y la Agencia Nacional de Águas han dado a conocer los estúdios realizados donde se observa una elevación de las temperaturas y una marcada reducción de las lluvias en gran parte de la amazonía.
Pronostican que entre los años 2010 – 2040, las lluvias disminuirán un 10%. Del 2041 al 2070 será del 20% y desde el 2071 al 2100 , la reducción podría alcanzar hasta un 60%.
En relación a la temperatura, los investigadores estiman que el aumento será de 2ºC entre el 2010 al 2040, de 4ºC entre el 2041 al 2070 y mayor a 7ºC desde el 2071 al 2100.
El documento alerta que, en estas condiciones, el balance hidrológico puede sufrir alteraciones y deficiencias hídricas, pudiéndose producir alteraciones en los niveles de los ríos y afectar severamente la vegetación nativa y toda la vida salvaje.
La deforestación y la quema de bosques responden por el 70 por ciento del total de emisiones brasileñas de gases de efecto invernadero que provocan alteraciones en el clima.
Investigadores de la Universidad del estado de Paulista en Guarantingueta, Brasil, estiman que cada kilómetro cuadrado de selva deforestado emite una media de 22.000 toneladas de dióxido de carbono.
La Unión Mundial para la Naturaleza –UICN-, que controla las especies de plantas y animales, estima que en Brasil hay unas 382 plantas en peligro, así como 343 tipos de mamíferos.

El estudio confirma, que debido a esas agresiones al medio ambiente ya ocurre una elevación de la temperatura y una reducción de las lluvias en partes de la región Amazónica brasileña.


La acción humana
Ya se destruyó cerca del 17% de la selva Amazónica, casi 730 mil km², de los 4,3 millones de km² de selva original.

Deforestación en la selva / Foto: Jefferson Rudy/MMA

Em los últimos años la selva está destruyéndose a un ritmo del 0,5% anual.

La tala y el fuego provocado generan graves consecuencias ambientales. Entre ellas, las seringueiras, las piranheiras y palmeras como la copaíba sueltan a la atmósfera el carbono contenido en sus fibras y con ello contamina el ambiente en lugar de limpiarlo y además se produce una eliminación de la humedad característica de la selva, aumentando el peligro de incendios.
El Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) detectó a través del sistema de Detección del Desmantelamiento en Tiempo Real (DETER), que en junio de este año se habían cortado 870 km² de selva, y en julio otros 323 km², siendo el estado de Pará el más desbastado con una perdida de 235,6 km².
Tambien revelaron que dentro de la zona amazónica, desde junio de 2007 a julio de 2008, fueron desmontados 556 km², de selva dentro de áreas reservadas (Parques y Reservas Nacionales, Estaciones Ecológicas, etc.) para la protección de la flora y la fauna.

Durante el mes de agosto, de acuerdo a los datos aportados por el INPE, fueron registrados 5.754 focos de calor em la amazonía, de los cuales 341 en áreas de conservación y 515 en tierras indígenas.

Los que hacen
El Senador Valdir Raupp (PMDB-RO), presentó un proyecto de Ley que propone “que la concecsión de cualquier autorización de desforestación en el Amazonas sea suspendida por un período de diez años”.
Las ONGs, los pueblos originários, algunas Organizaciones Internacionales, los científicos y expertos en conservación, están solicitando al Gobierno de Brasil que realize un estricto control sobre la selva y apoye el proyecto del Senador Valdir Raupp.
El gobierno de Acre, en el occidente del país, ha establecido un vivero en el que se cultivan especies como la caoba para que la utilicen los ganaderos, que deberán reforestar hasta un 30% de sus tierras.


Descubrimientos recientes
Todavía guarda muchos secretos y benefícios para la humanidad, vasta mencionar que un grupo de estudiantes del Departamento de Biofísica Molecular y Bioquímica de la Universidad de Yale, afirma haber descubierto algunos microorganismos que se podrían utilizar en la fabricación de un fármaco que ayudaría a enfermedades de la piel y plantas de las que se podrían hacer remédios para la cura del cáncer.
Se dio a conocer el hallazgo de un nuevo tipo de hormiga ciega en el Amazonas, que según el biólogo Christian Rabeling, es probable que el insecto sea descendiente de las primeras hormigas que poblaron la Tierra, y señaló que "Este descubrimiento sugiere que existe un enorme caudal de especies, tal vez de gran importancia evolutiva, todavía ocultas en las selvas".
El artrópodo de unos tres milímetros de largo, de color blanco, depredadora y ciega fue bautizado con el nombre de "Martialis heureka" (hormiga de Marte).
Christian Rabeling y su colega Manfred Verhaagh destacaron que el nuevo insecto es tan extraño que, por primera vez en 85 años, se ha abierto una nueva subfamilia de las hormigas.
La amazonía es de una riqueza inestimable.

“Produce una inmensa tristeza pensar que la naturaleza habla mientras el género humano no escucha”. Víctor Hugo

*Vicepresidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales – AAPN –
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas –WCPA – de la UICN.
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas – RELAP -