Disfrútenlo.
Anjana, esta chimpancé adulta, rescató a dos pequeños tigres blancos quienes perdieron a su madre durante el huracán Hanna, en los Estados Unidos.
La felicidad de Anjana es tan clara y evidente como la sonrisa que esboza en esta foto.
No sólo que juega con ellos, sino que también ayuda a darles la mamadera.
Incluso ya ha criado a cachorros de leopardo y de león. Su instinto maternal es un canto al amor.
Recordatorio: La verdadera enseñanza que nos dejan estas imágenes, más allá de reconocernos todos los animales en un pie de igualdad en relación a ser sintientes, es que el amor no encuentra límites de envoltorios, envases, cuerpos o lo que quieran llamarle a nuestra corpórea realidad.
El amor es universal, así lo es para todos los seres que sienten sobre la faz de la Tierra.
Para más historias acerca del adorable amor animal, sigan la etiqueta más abajo.
Sobre el instinto maternal, podés visitar este post.
2 comentarios:
Hermoso, que enseñanza nos dan nuestros hermanos los animales....
como vemos esto y los humanos nos agredimos todo el tiempo???
Bienvenida, Carolina!
Nos agredimos porque hemos sido criados bajo un paradigma de lucha por la supervivencia y la competencia egoísta.
Cada uno de nosotros porta la poderosa herramienta de la conciencia, para vectorizarla, para ayudar a otros a ver lo que hoy no ven.
Un efecto mariposa nos espera en cualquier momento. Y a cualquiera puede ocurrirle.
Besos!
Te espero más seguido!
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