Los animales pertenecían a una lechería en la que pasaban la mayor parte del tiempo quietas y sin luz.
La reacción de los animales al ser liberados demuestra la alegría que significó para ellos conocer un lugar nuevo, el sentirse libres y el no estar encerrados. La mayoría de las vacas que son destinadas a labores de lechería no conoce el exterior y pasan gran parte del día en una sola posición, por lo que cuando se vieron en libertad, comenzaron a dar saltos y a correr en todas direcciones, explorando un mundo que se les había negado por años.
Si pudiésemos tener la actitud de lograr empatizar con cada animal de la Tierra para comprender simplemente que tienen las mismas condiciones nuestras para gozar, amar, divertirse, temer y sufrir, podríamos empezar a ampliar nuestro círculo de compasión y modificar todas las actividades destructivas y exterminadoras que solamente buscan satisfacer nuestro apetito o simplemente para deleite de nuestras papilas. Disfrutar de una alimentación sana y vegetariana puede ser mucho más que saludable, es alimentación a favor de la vida y en contra de la esclavitud animal, para cualquiera de las especies.
Fuente: cnnchile.com
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