El agujero que tiene la capa de ozono por debajo del Antártico ha aumentado respecto a 2007, pero no sobrepasará el pico alcanzado en 2006, indicó la Organización Meteorológica Mundial -OMM-
Por Norberto Ovando*
La banda de color identifica las Unidades Dobson
"En 2008, el agujero de la capa de ozono, se ha formado relativamente tarde. Sin embargo en las últimas semanas ha crecido rápidamente hasta el punto de sobrepasar el tamaño máximo alcanzado en 2007", explicó la OMM en un comunicado.
Pero, a juzgar por las condiciones meteorológicas registradas, tendrá una "extensión menor" que la de 2006, precisó el organismo perteneciente a Naciones Unidas.
El orificio, que apareció en los años 80, se forma generalmente a mediados de agosto y se vuelve a cerrar en diciembre.
Su superficie era de 27 millones de km cuadrados el pasado 13 de septiembre, frente a los 25 millones de 2007 y los 29 de 2006, añadió la OMM.
Sobre el gas ozono.
El gas ozono tiene un color agudo y permanente. En su estado puro es de color azul y es más pesado y activo que el oxígeno.
Hace más de 3.000 millones de años, las cianobacterias que poblaban los océanos cambiaron la composición de la atmósfera, al producir oxígeno que se fue acumulando en la atmósfera y que al alcanzar la estratosfera se transformó en ozono. Así se explica actualmente el origen de la capa de ozono atmosférica, que, dada la capacidad de este gas para absorber la radiación ultra violeta (UV), permitió el desarrollo de la vida sobre la superficie del planeta Tierra.
La capa de ozono sigue protegiendo en la actualidad la superficie terrestre y de los océanos ya que de no ser por el ozono, la radiación ultra violeta traspasaría la atmósfera y dañaría a los organismos vivos.
Sobre el descubrimiento de la capa de ozono.
En 1840, Christian Friedrich Schönbein identificó al ozono como uno de los componentes de las capas más bajas de la atmósfera y le asignó un nombre. La palabra ozono se deriva de un vocablo griego que significa “oler”.
En 1881, Hartley identificó al ozono como la sustancia que absorbe las radiaciones ultravioletas emitidas por el Sol de longitudes de onda inferiores a 290 nanómetros. También demostró que el ozono se encuentra principalmente a gran altitud.
Desde 1912, los exploradores de la Antártida registraron observaciones de nubes tipo velo en la estratosfera polar, aunque no podían saber en ese entonces lo significativas que serían más adelante las inusuales nubes.
La capa de ozono fue descubierta en 1913 por los físicos franceses Charles Fabry y Henri Buisson, quienes demostraron que es posible medir la cantidad total de ozono en una columna vertical de la atmósfera y que es igual, en unidades modernas, a 300 unidades Dobson.
El espectrómetro Dobson mide la intensidad de la radiación UV del Sol en cuatro longitudes de ondas, dos de las cuales son absorbidas por el ozono y las otras dos no. De esta manera, el investigador determinó por primera vez la cantidad total de ozono presente en la atmósfera.
Dobson esperaba que su estudio diera lugar a un nuevo método de predicción meteorológica. Sin embargo, empezó a interesarse por las variaciones estacionales de las concentraciones de ozono.
Entre 1928 y 1958, Dobson estableció una red mundial de estaciones de monitoreo de ozono, las cuales continúan operando en la actualidad. La Unidad Dobson para la medición de la concentración de ozono fue nombrada en su honor.
En los años ochenta, los científicos que estudiaban la capa de ozono en la estación británica de Halley, en la Antártida, constataron que la concentración de ozono disminuía; el descenso que midieron fue tan elevado, que pensaron que no podía deberse a una reducción real, sino a un fallo de las sondas meteorológicas, pero los nuevos instrumentos demostraron que la concentración de ozono sobre la Antártida caía a valores alarmantemente bajos. En 1985 se publicó en la revista Nature el descubrimiento realizado por Farman, Gardiner y Shanklin, del “agujero” de ozono antártico, (como se le denomina al adelgazamiento de la capa de ozono), llamado así por la enorme bajada detectada en la concentración de ozono estratosférico.
Sobre la capa de ozono.
El ozono en la atmósfera no se encuentra en una sola capa a cierta altitud sobre la superficie de la Tierra, sino que está disperso. Aún la llamada “capa de ozono” de la estratosfera no es tal, sino simplemente una región donde el ozono es más común que a otras alturas.
Altura donde se encuentra la capa de ozono
Una Unidad Dobson es el número de moléculas de ozono que se requieren para crear una capa de ozono puro de 0.01 milímetros de espesor a una temperatura de 0 grados Celsius y una presión de 1 atmósfera, que es la presión del aire en la superficie de la Tierra.
Sobre la superficie de nuestro planeta, el espesor promedio de la capa de ozono es de 300 Unidades Dobson o de 3 milímetros de espesor, aproximadamente la altura de dos monedas de un peso.
Lo que los científicos llaman el “agujero” de la capa de ozono en la Antártida es un área donde la concentración de ozono baja a un promedio de 100 Unidades Dobson, que formaría una capa de 1 milímetro de espesor, aproximadamente la altura de una moneda de 10 centavos.
¿Qué tanto es esto, comparado con el resto de la atmósfera? Si todo el aire en una columna vertical que se extendiera del suelo al espacio fuera comprimido a una temperatura de 0 grados Celsius y una presión de 1 atmósfera, tendría un espesor de 8 Kilómetros. Al compararlo con los 3 milímetros descritos anteriormente, podemos darnos cuenta de qué tenue es la capa de ozono de la Tierra.
Para poder estudiar la pérdida de ozono a escala global la NASA lanzó, en 1991, el primer satélite de investigación de la atmósfera superior. Los satélites TOMS y Aura, que se encuentra en órbita sobre la tierra a una altitud de 600 km, miden las variaciones de la concentración de ozono a diferentes altitudes.
Sobre el Agujero de la capa de ozono.
La capa de ozono es afectada naturalmente por la actividad volcánica en la Tierra y por la emisión de productos libres de clorofluorocarbono CFC's (se inventaron en 1929, mientras se buscaba una nueva sustancia que no fuera tóxica y que pudiera actuar como un refrigerante seguro), tanto para uso personal como aerosoles, como para uso doméstico, refrigeradoras con refrigerante ecológico, muebles con espumas expandidas con elementos libres de Cloro, extintores libres de halones, solventes libres de Cloro, etc.
Agujero de ozono antártico / imagen Elian Wolfram
En 1995 los estadounidenses Frank Sherwood Rowland y Mario Molina y el holandés Paul Crutzen son galardonados con el Premio Nobel de Química por la Academia Sueca.
Con sus investigaciones demostraron que los CFC degradan la capa de ozono que protege la vida en el planeta.
También con el resultado de sus investigaciones obligaron a los políticos a tomar medidas que se concretaron en el Acuerdo de Montreal para la limitación de las emisiones a la atmósfera de CFC.
La Agencia Estatal de Meteorología -AEMET- advirtió que la recuperación de la capa de ozono en los próximos años se complicará debido a la compleja interacción entre ésta y el cambio climático y que los niveles de 1980 no se restablecerán hasta el periodo 2060-2075.
Tras el descubrimiento del agujero de ozono sobre la Antártida, el Protocolo de Montreal destacó la necesidad de una reducción drástica en la producción y uso de determinadas sustancias. Posteriores reuniones de seguimiento del protocolo aceleraron la fase de prohibición y añadieron nuevas sustancias a la lista de compuestos prohibidos estas prohibiciones han tenido éxito y se ha conseguido una reducción muy significativa en las emisiones.
A pesar de los buenos resultados, para que los efectos de esta reducción se hagan notar habrá que esperar, ya que la vida de estos compuestos es larga. Por ello, aunque se ha logrado reducir al mínimo posible la emisión de estas sustancias, los efectos de emisiones pasadas persistirán durante décadas
Ello se debe a que, como cada año, al aproximarse la primavera austral comienza la destrucción de ozono sobre la Antártida. Durante el invierno austral se alcanzan en la estratosfera temperaturas muy bajas (por debajo de -78 grados), según los datos de la agencia española AEMET. Esas temperaturas son necesarias para formar las llamadas nubes estratosféricas polares, en cuya superficie se producen las reacciones químicas que llevan a la destrucción del ozono estratosférico en presencia de luz solar y de las sustancias destructoras de ozono que actúan como catalizadores de las reacciones.
Las zonas más afectadas por la desaparición de este paraguas natural es la Antártida el sur de Argentina, principalmente la provincia de Tierra del Fuego y Chile.
"Después de haber padecido las consecuencias de los productos químicos, la capa de ozono necesitará al menos unos 50 años para recuperarse completamente", comentó en Nueva York el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon citado por la OMM. "Mientras el medio ambiente se siga deteriorando, necesitará mucho tiempo para recuperarse", añadió Ban Ki-moon.
En general debemos tomar el problema en forma personal por el futuro de las nuevas generaciones, y así poder dejarles un planeta habitable y puedan disfrutar de la naturaleza así como la disfrutamos nosotros actualmente.
*Vicepresidente / Asociación Amigos de los Parques Nacionales - AAPN -
Experto Comisión Mundial de Áreas Protegidas - WCPA - de la UICN
Red Latinoamericana de Áreas Protegidas - RELAP -
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Buenas noticias para la capa de ozono.
Las esperanzas de cambio se hacen más fuertes con la llegada de noticias como ésta:
"Se afirma que la capa de ozono recuperará en el año 2050 el mismo espesor que tenía en el año 1980. Esta recuperación será más lenta en los polos, donde se retrasará hasta el 2075 debido a los fenómenos de vórtice polar, causantes del famoso “agujero” situado sobre el Polo Sur. Se evita así una grave amenaza, ya que el efecto protector de la capa de ozono ante las radiaciones solares es absolutamente esencial para la vida sobre la Tierra. "
Todo comenzó en 1987 cuando fue firmado el protocolo de Montreal con la urgente necesidad de eliminar los clorofluorocarbonos (CFC) utilizados como propelentes en toda la industria, así como también en refrigeración de grandes equipos, aeronáutica y otras áreas en donde la emisión de este compuesto a la ozonósfera era elevadísimo.
Aquí y ahora.
¿Cambiaremos a tiempo para la próxima revisión del Protocolo de Kyoto?
Más Conciencia: Si te interesa saber lo que se propuso en el Protocolo de Montreal, o en el Protocolo de Kyoto