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1 de mayo de 2020

Cuentos del Buda III: El agua del lago


Buda y sus discípulos emprendieron un largo viaje durante el cual atravesarían diferentes ciudades. Un día muy caluroso, divisaron un lago y se detuvieron, asediados por la sed. Buda le pidió a su discípulo más joven, famoso por su carácter impaciente. 
 
– Tengo sed. ¿Puedes traerme un poco de agua de ese lago? 
 
El discípulo se dirigió hacia el lago pero cuando llegó, vio que justo en ese momento, un carro de bueyes estaba atravesándolo. Como resultado, el agua se volvió muy turbia. El discípulo pensó: “No puedo darle al maestro esta agua fangosa para beber”. 
 
Así que regresó y le dijo a Buda: 
 
– El agua del lago es muy fangosa. No creo que podamos beberla. 
 
Al cabo de media hora, Buda le pidió al mismo discípulo que volviera al lago y le trajera un poco de agua para beber. El discípulo regresó al lago. 
 
Sin embargo, para su pesar, descubrió que el agua seguía sucia. Regresó y se lo dijo a Buda, esta vez con tono concluyente: 
 
– El agua de ese lago no se puede beber, será mejor que caminemos hasta el pueblo para que los aldeanos nos den de beber. 
 
Buda no le respondió, pero tampoco se movió. Al cabo de un tiempo, le pidió al mismo discípulo que regresara al lago y le trajera agua. 
 
El discípulo se encaminó al lago porque no quería desafiar a su maestro, pero se sentía furioso de que lo enviara una y otra vez al lago, cuando ya sabía que aquella agua fangosa no se podía beber. 
 
Sin embargo, cuando llegó, el agua era cristalina. Así que recogió un poco y se la llevó a Buda. 
 
Buda miró el agua, y luego le dijo a su discípulo: 
 
– ¿Qué hiciste para limpiar el agua? 
 
El discípulo no entendía la pregunta, era evidente que no había hecho nada. Buda le explicó:
 
– Esperas y la dejas ser. Así el barro se asienta por sí solo, y tienes agua limpia. ¡Tu mente también es así! Cuando se perturba, solo tienes que dejarla estar. Dale un poco de tiempo. No seas impaciente. Encontrará el equilibrio por sí misma. No tienes que hacer ningún esfuerzo para calmarla. Todo pasará si no te aferras. 

29 de abril de 2020

Breves Cuentos del Buda II: La prueba del maestro.



-Soy pobre y débil, dijo un día un maestro a sus discípulos, pero vosotros sois jóvenes, y yo os enseño: es deber vuestro, por lo tanto, conseguir el dinero que vuestro viejo maestro necesita para vivir.

-¿Cómo podemos hacer eso?-preguntaron los discípulos-.Las gentes de esta ciudad son tan poco generosas que sería inútil pedirles ayuda.

-Hijos míos-contestó el maestro-, existe un modo de conseguir dinero, no pidiéndolo, sino cogiéndolo. No sería pecado para nosotros robar, pues merecemos más que otros el dinero. Pero, ¡ay!, yo soy demasiado viejo y débil para hacerlo.

-Nosotros somos jóvenes-dijeron los discípulos-y podemos hacerlo. No hay nada que no hiciéramos por vos, querido maestro. Decidnos sólo cómo hacerlo y nosotros obedeceremos.

-Sois jóvenes-dijo el maestro-y es poca cosa para vosotros el apoderaros de la bolsa de algún hombre rico. Así es cómo debéis hacerlo: escoged algún lugar tranquilo donde nadie os vea, y luego agarrad a un transeúnte y coger su dinero, perono lo lastiméis.

-Vamos inmediatamente, dijeron los discípulos, excepto uno, que había callado, con la mirada baja.

El maestro miró a ese joven discípulo y dijo:
-Mis otros discípulos son valientes y están deseosos de ayudarme, pero a ti poco te preocupa el sufrimiento de tu maestro.

-Perdonadme, maestro-contestó-, pero el plan que nos habéis explicado me parece irrealizable; éste es el motivo de mi silencio. 

-¿Por qué es irrealizable?-preguntó el maestro.

-Porque no existe lugar alguno en el que no haya nadie que nos vea-contestó el discípulo-; incluso cuando estoy solo mi Yo me observa. Antes cogería una escudilla e iría a mendigarque permitir que mi Yo me vea robar.
A estas palabras, el rostro del maestro se iluminó de gozo. Estrechó al joven discípulo entre sus brazos y le dijo: Me doy por dichoso si uno solo de mis discípulos ha comprendido mis palabras.
Sus otros discípulos, viendo que su maestro había querido ponerlos a prueba, bajaron la cabeza avergonzados.Y desde aquel día, siempre que un pensamiento indigno les venía a la mente, recordaban las palabras de su compañero: "Mi yo me ve."
Y así se convirtieron en grandes hombres, y todos ellos vivieron felices por siempre jamás.

27 de abril de 2020

Breves cuentos del Buda I: El Regalo.



En una ocasión cuando Buda estaba predicando su doctrina, un hombre se le acercó y comenzó a insultarlo e intentar agredirlo pero Buda se mantuvo en un estado de imperturbable serenidad y silencio. Cuando hubo terminado su acción, se retiró.
Un discípulo que se sintió indignado por los insultos que el hombre lanzó contra Buda le preguntó porqué dejó que lo maltratara y lo agrediera.
A lo que Buda respondió con segura tranquilidad: -“Si yo te regalo un caballo pero tú no lo aceptas ¿de quién es el regalo?
El discípulo contestó: -“Si no lo acepto, sería tuyo todavía”. 
Entonces Buda respondió: -"Bueno. Estas personas emplean parte de su tiempo en regalarme sus insultos, pero al igual que un regalo, yo elijo si quiero aceptarlo o no. Los insultos son como regalos: si lo recoges, lo aceptas; si no lo recoges, quien te insulta se lo queda en sus manos. No podemos culpar al que insulta de nuestra decisión de aceptar su regalo. Por esa misma razón, esos insultos son para mí como un regalo que elijo no recoger. Simplemente los dejo en los mismos labios de donde salen.”

Post original: 10/09/2011

18 de septiembre de 2013

¿Arreglar al mundo?


Había un científico tan preocupado con los problemas del mundo que pasaba sus días en su laboratorio queriendo encontrar la solución para los mismos.

Cierto día su pequeño hijo entró en el local dispuesto a ayudarlo. El padre muy nervioso quiso que el hijo se fuese a jugar a otro lugar.
Viendo que el niño no quería salir, el padre le ofreció algo que lo distrajese para que el no fuese interrumpido. Vio un mapa del mundo y pensó: ¡Aquí está la solución!

Con una tijera cortó el mapa en varios pedazos y los dio al hijo junto con un rollo de cinta adhesiva y le dice: ¿Te gustan los rompecabezas? Te voy a dar el mundo para que lo hagas. ¡Aquí tenemos el mundo todo partido! ¡Intenta arreglarlo bien!

El padre-científico calculó que el niño llevaría días tentando juntar los pedazos, pero apenas algunas horas el hijo vuelve con el rompecabezas listo y le muestra el trabajo al padre. Este pensó: el se debe haber equivocado mucho, es imposible en su edad haber terminado tan rápido! El nunca vio el mapa del mundo!

El científico levantó los ojos de su trabajo con la seguridad de que encontraría alguna parte faltando en el mapa, pero para su sorpresa todos los pedazos estaban bien colocados. Pensó: cómo lo logró?
Entonces le pregunta: Mi hijo, vos no sabías como era el mundo, nunca habías visto el mapa, ¿cómo lograste juntarlo?

El niño le responde: Papá yo no sabía cómo era el mundo, pero cuando sacaste el papel de la revista, yo vi que del otro lado había la figura de un hombre. Yo no conseguí arreglar el mundo, pero me recordé del hombre, di vueltas los recortes y comencé a arreglar el hombre como yo ya sé como es. ¡Cuando logré arreglar el hombre, di vuelta la hoja, y vi que había arreglado el mundo!

Nosce te ipsum (conócete a tí mismo).

La única posibilidad para el cambio es creando conciencia.

Gracias Eze.

3 de noviembre de 2011

Ese pequeño y pálido punto azul.



Mira ese punto. Eso es aquí. Eso es casa. Eso es nosotros. En él se encuentra todo aquel que amas, todo aquel que conoces, todo aquel del que has oído hablar, cada ser humano que existió, vivió sus vidas. La suma de nuestra alegría y sufrimiento, miles de confiadas religiones, ideologías y doctrinas económicas, cada cazador y recolector, cada héroe y cobarde, cada creador y destructor de la civilización, cada rey y cada campesino, cada joven pareja enamorada, cada madre y padre, cada esperanzado niño, inventor y explorador, cada maestro de moral, cada político corrupto, cada “superestrella”, cada “líder supremo”, cada santo y pecador en la historia de nuestra especie vivió ahí – en una mota de polvo suspendida en un rayo de luz del sol.
La Tierra es un muy pequeño escenario en una vasta arena cósmica. Piensa en los ríos de sangre vertida por todos esos generales y emperadores, para que, en gloria y triunfo, pudieran convertirse en amos momentáneos de una fracción de un punto. Piensa en las interminables crueldades visitadas por los habitantes de una esquina de ese pixel para los apenas distinguibles habitantes de alguna otra esquina; lo frecuente de sus incomprensiones, lo ávidos de matarse unos a otros, lo ferviente de su odio. Nuestras posturas, nuestra imaginada auto-importancia, la ilusión de que tenemos una posición privilegiada en el Universo, son desafiadas por este punto de luz pálida.
Nuestro planeta es una mota solitaria de luz en la gran envolvente oscuridad cósmica. En nuestra oscuridad, en toda esta vastedad, no hay ni un indicio de que la ayuda llegará desde algún otro lugar para salvarnos de nosotros mismos.
La Tierra es el único mundo conocido hasta ahora que alberga vida. No hay ningún otro lugar, al menos en el futuro próximo, al cual nuestra especie pudiera migrar. Visitar, sí. Colonizar, aún no. Nos guste o no, en este momento la Tierra es donde tenemos que quedarnos.
Se ha dicho que la astronomía es una experiencia de humildad y construcción de carácter. Quizá no hay mejor demostración de la tontería de los prejuicios humanos que esta imagen distante de nuestro minúsculo mundo. Para mí, subraya nuestra responsabilidad de tratarnos los unos a los otros más amablemente, y de preservar el pálido punto azul, el único hogar que jamás hemos conocido.

Por Carl Sagan. (1934-1996)

6 de octubre de 2011

3 historias abrementes de un maestro de la vida.

Si querés saber quién fue Steve Jobs, basta con escuchar estos minutos de un discurso que dio en 2005. Su enfermedad ya era una realidad, la misma que ayer lo abatió físicamente.
Pero Steve Jobs jamás morirá. Ya pasó a la inmortalidad de los hombres que han iluminado la vida de tantos otros, proveyéndoles de herramientas para hacer frente a las decisiones que la vida nos pone delante.
En este discurso cuenta 3 historias personales que sintetizan su ser y el ser que todos debiéramos aspirar a ser:

- La primera se trata acerca de "conectar puntos". Una reflexión retrospectiva acerca de lo que uno hace en la vida como hitos que luego observa, no sin sorpresa, cómo se interconectan hacia un presente que nos parece obvio. Nos enseña que debemos tener confianza en que esos "puntos" de alguna manera se van a conectar en nuestro futuro. Nos enseña que debemos tener confianza en algo: nuestro instinto, nuestro destino, nuestra vida, nuestro karma, o lo que sea. Creer que a lo largo del camino los puntos se unirán, nos dará confianza para escuchar a nuestro corazón. Incluso cuando ello nos lleve siempre por el mismo camino, hará toda la diferencia.
- La segunda historia es acerca del amor y la pérdida. Cómo cuando la vida nos golpea y nos deja en un estado de abatimiento que no nos permite ver el por qué de las circunstancias. Saber que probar esa horrible medicina del fracaso, es necesario para que el paciente inicie su proceso de cura. Y aún cuando la vida nos pega con un ladrillo en la cabeza, no hay motivo para bajar los brazos. No hay motivo para perder la esperanza. Y resalta que lo único que nos mantiene a flote en esos momentos, es lo que amamos. Debemos encontrar lo que amar. Y esto es válido no sólo para el trabajo sino para nuestros amantes. Si aún no lo hemos encontrado, no bajemos los brazos. No descansemos hasta alcanzarlo. Como con todo lo del corazón, nosotros sabremos cuando lo encontremos.
- La última historia es acerca de la muerte. Y tiene que ver con su cercanía a ella. Por lo que recomienda que el sabernos próximos a ella (es la única certeza que tenemos), es la herramienta más importante que él ha encontrado para tomar las más grandes decisiones de su vida. Porque casi todas las expectativas externas, todo el orgullo, son cosas que desaparecen frente a la muerte. Recordar que vas a morir es la mejor manera que conocemos para evitar caer en el pensamiento de que tenemos algo para perder. Ya estamos desnudos, no hay razón alguna para no hacerle caso a nuestro corazón.
Nadie se puede escapar de la muerte, Y así es como debe ser ya que la muerte es el mejor invento de la Vida. Se deshace de lo viejo para dar paso a lo nuevo. Nuestro tiempo es limitado, no desperdiciemos la vida viviendo la vida de alguien más. No nos dejemos atrapar por el dogma de vivir con los resultados del pensamiento de otras personas.
No permitamos que el ruido de la opinión de otros apague nuestra propia voz interna.
Y los más importante, tengamos el coraje de seguir a nuestro corazón y a nuestra intuición. De alguna manera, ellos saben lo que nosotros queremos ser.

 

Steve, "Stay hungry, stay foolish". Hasta siempre, maestro.

6 de septiembre de 2011

Cada pequeña candela.


El torturador no va asustarme
ni la derrota final del cuerpo,
ni los caños de los rifles de la muerte,
ni las sombras en la pared,
ni la noche cuando a la tierra
la última ínfima estrella de dolor sea aferrada.

Pero sí la ciega indiferencia
de un despiadado mundo insensible.

...

Cada velita ilumina un rincón de la oscuridad.
Cuando la rueda del dolor deje de girar
(y el hierro de marcar deje de quemar)
Cuando los niños puedan ser niños
(cuando los delincuentes se debiliten)
Cuando el mar se revuelva para saludarlos
(cuando la ley natural de la ciencia)
salude al humilde y al poderoso
(y los millones de velas ardiendo)
iluminen el lado oscuro del entendimiento de los seres humanos.
Y cada velita
ilumina un rincón de oscuridad…


La única posibilidad para el cambio es creando conciencia.

Cada uno de nosotros tiene esa poderosa herramienta que es la razón.
Cada uno de nosotros puede provocar un efecto mariposa en el mundo, comenzando por nuestro prójimo.
Cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena en la construcción de un mundo más justo.
Cada uno de nosotros DEBE SER un vector de conciencia.

En el cumpleaños de Roger Waters, mi homenaje al hombre que abrió mi mente. El hombre que me sacó de la caverna donde la realidad se disimulaba en figuras reproducidas por las sombras de los primeros fuegos.
Gracias por escribir "Dark Side Of The Moon", gracias por escribir cada pedazo de letra y música en Pink Floyd y en tu carrera solista.
Mucho de lo que hoy soy, te lo debo a tu inspiración.

Gracias, maestro Roger.


5 de septiembre de 2011

Fórmula para crecer.

Por Pilar Sordo.


Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos. Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son. Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad. Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo. "Ser feliz es una decisión", no nos olvidemos de eso.
Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año 2011/2012 porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas:
  • a aprender a amar
  • a dejar huella
  • a ser felices

En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:

1) Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento. El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental. En Chile el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros. A esta tierra vinimos a cansarnos, para dormir tenemos siglos después.

2) Valorar la libertad como una forma de vencerme a mi misma y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero. Quizás el 2011/2012 deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.

3) El tercer y último punto a cultivar durante el 2011/2012 es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores. Este a mi juicio es el gran elemento a educar no sólo el 2011- 2012 sino que durante todo el siglo XXI.

Es dentro de todo este trabajo donde nos debiéramos concentrar en:
Sentarnos en la mesa en familia, mínimo una vez a la semana, ojala todos los días.
Apagar las pantallas mientras estamos comiendo, no contestar teléfonos, sentir que los únicos ruidos que se escuchan sean los de nuestras voces.
Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de las micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día. Querernos.
Crear dentro de nuestras casas, hogares. Y para eso tiene que haber olor a comida, almohadones aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida. Nuestras casas, independientes de los recursos, se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tengamos contacto con la naturaleza, juguemos, riamos y démonos el tiempo de compartir con los abuelos, imprimámosle las fotos para que las vean como a ellos les gusta y disfrutemos de sus sabidurías. Obliguemos a nuestros hijos a compartir con ellos, así entenderán sus historias.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello. La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia del nuevo siglo: la inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos "antiguos", a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa. Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.

Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la ACTITUD con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Este 2º semestre del 2011 vendrá con lo que tenga que venir, todo será necesario y maravilloso, lo bueno, lo malo, lo bonito y lo feo, acojámoslo con amor y con gratitud y con el alma abierta a todo lo que tendremos que aprender de él.

12 de julio de 2011

De dónde vienen las ideas.


Es una pregunta que muchas veces nos hemos hecho.
Siempre caemos en la cuenta de que cuando algo nos asombra es porque nuestra curiosidad ha puesto el foco en aquello novedoso, eso que ninguno de nosotros había percibido antes en nuestra existencia.
Distinto es cuando pensamos acerca de algo que da vueltas en nuestras cabezas. Una idea. Una pequeña luz de creatividad que no puede concretarse por una diversidad de motivos que escapan a nuestra comprensión. Pero está ahí. Agazapada, esperando.
Esperando, tal vez, conectarse con la idea de otra persona que la complete y pueda salir a la luz de una forma más compleja y simple a la vez. Es un proceso natural que ha ocurrido incontables veces en la historia fascinante de la humanidad.
No sólo somos la casualidad fáctica del Universo conspirando para que nuestra existencia sea considerada obra de una divinidad. Somos una realidad evolutiva consciente que ha necesitado siempre de la CONECTIVIDAD para su concreción.
Dicha conectividad se halla presente en las serendipias cotidianas que nos suceden con personas conocidas, desconocidas o por conocer. Todas esas acciones que realizamos sin darnos cuenta y que facilitan la realización personal y hasta la increíble creación de inventos revolucionarios son posibles cuando estamos CONECTADOS.
Internet es nuestro primer paso universal en pos de conectar las mentes de los hombres para favorecer esos procesos creativos que provoquen un salto cualitativo superior. Es fundamental concentrarse en los aspectos positivos que la red de redes nos ofrece y comenzar a estimularlos para que sean propagados al infinito.
El aprendizaje se hace más veloz, las relaciones humanas se tornan más estrechas aunque sea a miles de kilómetros de distancia, las carreteras de la información virtual y digital son pistas candentes de realidades en simultáneo que permiten esa dichosa CONECTIVIDAD.
Internet es globalización. Propiciar el conocimiento de las realidades de otros seres humanos para su mejora en las condiciones de existencia es una obligación que nos exige nuestro imperativo categórico del deber ser racional. Nos impulsa a ser una humanidad más "humana", impulsando el respeto de los derechos humanos y franqueando barreras que imponen los enemigos del hombre. Aquellos tiranos que, desde las sombras que la ignorancia les garantiza, se mueven como gacelas arrasando todas las libertades a su paso.

Hoy quiero dejarles este resumen gráfico que Steven Johnson ha convertido en libro y que está a la venta desde el pasado 5 de Octubre. Espero lo disfruten y que propicien esos dichosos encuentros donde se conecten con sus ideas y las de otros para continuar en este largo camino a la Ilustración de la humanidad.


La única posibilidad para el cambio es creando conciencia.


Post original del 16/10/10

13 de febrero de 2011

La carreta vacía.

Un cuento corto para reflexionar largo...

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es - dijo mi padre - Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, sí aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.


Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recordemos que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo de un supuesto Mi Mismo.

"ENVEJECER ES OBLIGATORIO, MADURAR ES OPCIONAL."

Anónimo.

18 de agosto de 2010

San Martín y la masonería (I)

Por Rogelio Alaniz - Para el Litoral.com


La participación de San Martín en las logias masónicas de su tiempo no es una anécdota, un detalle ornamental, sino un factor constitutivo de su personalidad política. Desde 1808, fecha de su inicio a la logia, hasta su muerte en 1850, el itinerario biográfico de San Martín está marcado por su relación con masones y su participación en diferentes logias. En Cádiz, Londres, Buenos Aires, Mendoza, Santiago, Lima, Bruselas, Escocia, París, Grand Bourg y en Boulogne sur Mer, San Martín participa de estas sociedades secretas o discretas. Desde esta perspectiva, es imposible reconstituir su vida al margen de lo que fuera su compromiso político más perdurable. 

La militancia masónica de San Martín no fue un entretenimiento, una manera elegante de distraer sus horas, un estilo ocioso y patricio. Todo lo contrario. Para él, la masonería fue una vocación ideológica y una herramienta política para llevar a cabo sus ideales de libertad. San Martín no inventa nada. La revolución americana, desde Estados Unidos al Río de la Plata, es imposible entenderla al margen de la masonería. La Revolución Francesa no se concibe sin los masones. La modernidad como tal tiene como actores privilegiados a los masones. Nuestra historia nacional, sus principales protagonistas a lo largo del siglo XIX y las primeras décadas del veinte son masones. Algo parecido ocurre en Chile, Brasil y, por supuesto, Uruguay. Es imposible entender la modernidad sin el componente cultural y político de la masonería. 

No hay biografía pública o privada de San Martín sin este reconocimiento ideológico. Masones son sus amigos íntimos, masones son los principales oficiales de su ejército y masones son sus compañeros de militancia política. Las máximas para su hija tienen el tono de la retórica masónica; su testamento utiliza los términos clásicos de los masones de su tiempo. Su proverbial reserva, el secreto con el que rodeaba sus actos, la discreción de sus declaraciones, corresponden a la clásica disciplina personal de los masones. Desconocer esta relación de San Martín es una torpeza o algo peor. En todos los casos, ninguna de las consideraciones que se hagan en esa línea alcanzan a ocultar lo evidente. San Martín, como la inmensa mayoría de los guerreros de la Independencia, fue masón. Para bien o para mal, pero es lo que fue. Sus pares fueron Miranda, Bolívar, Alvear, O’Higgins, Guido, Belgrano, Moreno. Y hay más nombres. 




Mausoleo. En un espacio cargado de interrogantes y adherido a la nave derecha de la Catedral metropolitana, yace el repatriado cuerpo de San Martín rodeado de los restos de algunos de sus principales comandantes. Foto:DYN

Como en su momento la masonería fue condenada por la Iglesia Católica, y en el siglo XIX la lucha ideológica fue muy dura, sectores católicos se esfuerzan por negar esta pertenencia ideológica de San Martín. En su tiempo esto no fue tan así. En principio, San Martín, como la mayoría de los masones, siempre se reivindicó cristiano y, en su caso particular, católico. En su correspondencia hay referencias a Dios y al “arquitecto universal”, pero como todo liberal de su tiempo, su fe no le impide ejercer la más plena libertad de conciencia.

San Martín fue católico, pero no era de misa diaria y ni siquiera puede decirse que haya sido un católico disciplinado. En Mendoza, en Santiago y en Lima, sus encontronazos con los curas realistas fueron célebres. Como los buenos liberales de su tiempo, se permitía hacer chistes sobre la Iglesia Católica, el Papa y la credulidad de algunos fieles. Como buen liberal, se jactaba de sus amistades con curas, algunos de los cuales también participaban de logias masónicas.

Discutir hoy si San Martín fue o no masón puede parecer un debate menor, pero desde el punto de vista histórico no lo es. El Padre de la patria tiene demasiado prestigio como para desinteresarse de su ideología.

Como ya es de público dominio, San Martín no siempre disfrutó de esa honra. Tuvieron que pasar muchos años y circular bastantes libros, para que los argentinos decidieran otorgarle la condición de Héroe Máximo de la Nación.


Cuando San Martín se fue de la Argentina en 1824 estaba muy lejos de ser el héroe que todos conocemos. Entonces no sólo era criticado, sino que amplios sectores de la elite porteña lo aborrecían. Cuando muere en 1850, la información que llega a Buenos Aires fue apenas una noticia. Cuando a principios de 1880 sus restos llegan a la Argentina, su prestigio había crecido, pero todavía no era absoluto. El obispo de Buenos Aires, por lo tanto, opone obstáculos teológicos para que sus restos descansen en la catedral: ¿El motivo? Su militancia masónica.

¿Es para tanto? Lo es. Un masón no puede ser recibido en tierra consagrada. Si bien el Papa condenará a la masonería oficialmente en 1884, la condena de las autoridades religiosas existía de hecho desde mucho antes. “En esta iglesia no entran perros ni masones”, era una leyenda que presidía la entrada de muchos templos católicos.

Las negociaciones para cumplir con el pedido testamentario de San Martín de que su corazón descansara en Buenos Aires, se inician apenas llegan los restos. El acuerdo al que se arriba es el producto de una negociación entre el poder político y el poder religioso. Finalmente, se acepta construir un mausoleo -Nuestra Señora de la Paz- ubicado en la nave derecha del templo y, según los entendidos, fuera del perímetro considerado sacro. Tres esculturas femeninas rodean al sarcófago, acompañado por las urnas que guardan los restos de Las Heras, Guido y el Soldado Desconocido.

Todo bien hasta acá. San Martín ha sido más o menos respetado. Sin embargo, algunos detalles no encajan. Y lo primero que no encaja es el propio sarcófago de San Martín que, además, queda inclinado, lo que provoca que la cabeza del Libertador en lugar de mirar hacia el cielo mire hacia la tierra. ¿Casualidad? Cien años después, historiadores revisionistas sostienen esa hipótesis. Según ellos, el cajón que llegó desde Francia es demasiado grande y no puede entrar en el lugar asignado. Por eso, se lo coloca en esa posición ¿Puede creerse en la casualidad en una institución que es muy celosa de los símbolos y del protocolo? Pero aceptando incluso que el cajón haya sido grande, queda pendiente otra pregunta. ¿Por qué su cabeza mira hacia la tierra y no hacia el cielo? ¿También es casualidad? ¿Un detalle menor? Para un laico o un indiferente puede ser un detalle menor, pero no para un católico celoso de su fe y de los preceptos de su fe, para quien está fuera de discusión -por lo menos para un católico beligerante de 1880 estaba fuera de discusión- que la posición de “cabeza abajo” es lo que se merece un masón predestinado al infierno.

En la misma línea opinan los católicos integristas españoles. En la época de Franco, existió una publicación llamada Editorial Nacional, donde se probaba que la mayoría de los militares españoles que fueron a guerrear a América Latina a favor de los insurrectos eran masones, y uno de los masones más distinguidos se llamaba José de San Martín. Los caballeros franquistas -despreocupados por el prestigio criollo de San Martín y de los esfuerzos de sus correligionarios argentinos por demostrar lo contrario- probaban a través de documentos su filiación masónica y, por lo tanto, su condición de traidor, confirmando mediante ese acto el principio de la derecha católica española de que todos los masones en España fueron traidores a la patria. 

(Continuará)