Mi amigo
Lucas, médico de la ONG Médicos Sin Fronteras, desde África, nos cuenta qué es lo que pasa en el Congo. Una mirada del mundo que ignoramos como civilización y que, gracias a la globalización, somos también responsables.
Esta es la historia de la tragedia de un país del tamaño de toda Europa occidental, de la guerra mas sangrienta desde que Hitler invadió el resto de Europa, una guerra que lleva mas de ocho años y mas de 5 millones de muertos. Una guerra entre milicias que todos nos quieren hacer creer que esta basada en conflictos étnicos y que nadie es capaz de detener. Esto es el Congo hoy en día y las razones de este conflicto- el control de los minerales esenciales para el desarrollo de la industria electrónica de la que el mundo desarrollado depende- y su rastro de sangre llega directamente hasta nosotros: hasta nuestro teléfono móvil, a nuestro control remoto, a nuestra laptop.
UNO. El Pabellón de mujeres del Hospital Panzi, en Bukavu
esta repleto de mujeres violadas por las milicias que después de violarlas les dispararon en sus vaginas. Este hospital es el único hospital de todo el este de Congo que tiene algunos recursos para tratar de reconstruir las vaginas, los anos o los intestinos de las mujeres.
Las milicias descubrieron que las violaciones a mujeres es una eficiente y letal arma de guerra. La ONU estima que son más de 50.000 las mujeres violadas en la provincia de Kivu Sur durante este año. Violando a las mujeres de los soldados enemigos se destruye la moral del enemigo y se destruyen los cimientos de su sociedad. El médico a cargo del hospital afirma que una vez violadas los maridos y hasta los padres mismos expulsan a las mujeres de la comunidad a las que tienen prohibido volver, también afirma que le es imposible persuadir a las mujeres que abandonen al hospital una vez tratadas. ¿A adonde van a ir? Difícil de digerir el punto numero uno ¿no?. La violación de todas esas mujeres que esperan que les reconstruyan sus genitales no es mas que parte una violación aun mayor.
La violación del Congo.DOS. Si uno quiere entender de donde viene tanta muerte solo hay que recorrer las colinas del este del Congo. Entre esas verdes colinas uno puede llegar a las “artisinal mines”, pero
todo lo que ustedes imaginan de cómo es una mina con maquinas, cascos y lamparas en realidad no son mas que grandes agujeros a cielo abierto en las que se pueden ver cientos de hombres, mujeres y muchísimos niños que remueven desesperadamente con picos o simplemente con sus manos la tierra colorada tratando de encontrar coltán o cobalto. El
coltán es un metal que conduce maravillosamente la energía y forma parte de nuestro teléfono celular, nuestra computadora o hasta de las Play Station y mas del
80% de coltán que la industria del mundo moderno necesita
proviene del Congo. La gran mayoría de las
familias que trabajan en las minas son esclavos de las milicias que controlan todo el proceso a punta de pistola, como en los viejos tiempos de Leopoldo era el caucho y la amputación de las manos de los trabajadores que no recolectaban suficiente, ahora es el coltan y las milicias.
TRES. Leyendo el párrafo anterior uno puede entender la historia reciente de Congo. Oficialmente se podría decir que
en 1996 un maoísta llamado Laurent Kabila, cansado de traficar marfil y oro
decide enfrentar al tiránico Mobutu. Para eso formo un pequeño gran ejercito de child soldiers conocido como kadogo y con el apoyo de Uganda y Ruanda que al hacer su primer avance toda la estructura del Mobutismo colapso.
Kabila se instalo como un nuevo Leopoldo prohibiendo los partidos políticos y fomentando la corrupción. En 1998 Kabila pidió gentilmente a los ugandeses y los rwandeses que retiraran sus tropas del Congo a lo que el ejercito rwandés respondió con una masiva invasión al Congo en la que ocupo casi un tercio del país.
La razón oficial consistió que después del genocidio ruandés de 1994 – un millón de tutsis muertos a machetazos por las milicias humus- miles de milicianos humus se refugiaron en el este de Congo y sentaron sus bases y este simple argumento justifico la permanencia del ejercito ruandés y ugandés. Los ejércitos de Zimbabwe, Angola y Namibia respondieron al llamado desesperado de Kabila y enfrentaron al ejercito rwandés y ugandés. La gran guerra africana había comenzado. Este es la versión mas o menos oficial, la guerra es un gran desorden peleando todos contra todos y lo que comenzó con una clara intención - los ruandeses tratando de capturar a los genocidas humus- se transformo en un espiral fuera de control. Pero esta versión no es del todo cierta, o mejor aun es una gran mentira.
Una vez que el Congo estuvo herido de muerte, un panel de expertos de la ONU documento que los intereses del ejercito rwandés eran oscuros, desde un primer momento la única intención fue capturar el territorio que contiene las grandes vetas minerales para vendérnoslas a todos nosotros, el supuesto mundo desarrollado, que muy pronto se cansa de las noticias del Congo y cambia de canal con el control remoto abarrotado de coltan. Tampoco los otros países colaboraron porque simpatizaban con Kabila o los congoleses, ellos también querían un pedazo de la torta congolesa. El país se lleno de “ejércitos de negocios” comandados por hombres que “ carefully planned the redrawing of the regional map to redistribuye wealth” según declara la ONU. Esto es fácil de descifrar ya que las tropas rwandeses nunca se dirigieron a las áreas donde se ocultaban los genocidas humus sino que fueron derecho a las minas, rápidamente esclavizaron a la población para que caven por ellos. No solo no capturaron a los genocidas sino que se aliaron a ellos para lograr una mejor explotación de las minas y lograr nada menos que más 250 millones de dólares de los últimos 18 meses. La ONU denuncio que varias compañías británicas, americanas y belgas se encuentran entre los explotadores ilegales de los recursos congoleses. ¿Pero puede ser tan rentable la invasión de un país? La demanda internacional de coltan subio, increíblemente, debido a la inmensa popularidad de la todarellenadecoltan Play station de Sony, que si bien la marca japonesa aclara que no usa coltan congoles el precio del metal en los mercados se disparó intensificando la guerra. Un político ingles describió la situación: “ Kids in Congo were being sent down mines t odie so that kids in europe and america could kill imaginary aliens in their living room”
CUATRO. Los reportes de
la ONU, Amnesty Internacional y Human Rights Watch denuncian que las violaciones del ejercito rwandés son “sistematicas” y “deliberadas”. La pregunta es como el gobierno rwandés que denuncia infatigablemente el genocidio tutsi de hace un poco mas de diez años pude de repente cometer su propio crimen contra lesa humanidad. ¿Tanta muerte solamente por dinero?. Alguna vez Joseph Conrad describió al Congo “ the vilest scramble for loot that has ever disfigured the human consciencie”.
Así son las cosas en el Congo hoy en día, milicias pro-gobierno, rebeldes, tropas ruandeses, las milicias hutus, el ejercito congoles y los cascos azules peleando todos contra todos para controlar la mayor cantidad de minas posibles, multinacionales ávidas de coltan, mientras mas de cinco millones de personas murieron en las tinieblas, muertos a los que nadie trata de enfrentar, un millón de desplazados para los que no hay salvatajes financieros, lideres occidentales protectores de la democracia, la libertad y de los derechos humanos que callan a pesar de que gran parte de los habitantes solo puede optar entre la vida o la muerte viviendo igual o peor que en los tiempos de saqueo del Rey Leopoldo, un saqueo para nuestro propio beneficio, para nuestro propio bienestar ya que la necesidades de coltan, cobalto, diamantes y oro es mucho mas poderosa que nuestra preocupación por la muerte de millones de africanos. Todos seguimos comprando a pesar de miles de reportes que nos dicen que miles de personas mueren para que nosotros tengamos teléfonos móviles o consolas de videojuegos. Todavía hoy en día los gobiernos occidentales obstruyen cualquier intento de regular las actividades de las corporaciones que explotan los recursos naturales del Congo. Hace unas semanas compre en un mercado de Lusaka una antigua escultura de ébano proveniente del Congo, el vendedor entusiasmado con la venta, comentaba que la figura, una mujer con típicos rasgos bantú en cuclillas pariendo, era sumamente antigua y que había sido hecha por los salvajes. Mientras termino de escribir estas líneas miro la figura que se encuentra al lado de mi computadora. Me pregunto; ¿Quiénes son los salvajes? ¿Ellos o nosotros?
Para saber mas acerca de lo que pasa en Congo les recomiendo este articulo de Johann Hari del cual saque gran parte de la informacion.