Uruguay y la Argentina son países en los que la explosión celulósica está ocurriendo. Para enfrentar responsablemente el crecimiento de este tipo de industrias, Greenpeace exige a los gobiernos de nuestros países a comprometerse con medidas claras, orientadas a garantizar la producción limpia para evitar (no monitorear) la contaminación, por medio de:
1- La eliminación del cloro en el proceso de blanqueo.
2- La eliminación progresiva de los efluentes, logrando un ciclo cerrado de efluentes.
3- El aumento en el porcentaje del papel que es reciclado y del papel posconsumo en lugar de utilizar fibras vírgenes.
4- La explotación sostenible de los recursos forestales, promoviendo la certificación forestal FSC.
5- El establecimiento de líneas de crédito blandas para la reconversión tecnológica del sector.
6- La participación de las OSC en los procesos de aprobación de proyectos celulósicos y profundo estudio de los impactos sociales y ambientales. Solamente con estas medidas implementadas en la región obtendremos una perspectiva social y ambientalmente correcta del funcionamiento de una industria que crece, por ahora sin control.
Publicada en La Nación.
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