Una empresa española, en Alicante, Bio Fuel Systems (BFS), está construyendo en la provincia dos plantas piloto para generar energía eléctrica y producir biocarburantes utilizando las microalgas como materia prima.
Alicante (Levante). Se trata de un proyecto que, según aseguran sus promotores, es pionero a nivel mundial ya que permite producir un combustible de características similares al petróleo aunque, a diferencia del biodiesel, no hay que mezclarlo con derivados del oro negro para que funcionen los motores. Además de ser barato, reduce las emisiones de CO2 y dióxido de azufre a la atmósfera, afirma su descubridor.
Martín Martínez, consejero delegado de Bio Fuel System, explica que el proyecto que están desarrollando consiste en el cultivo de microalgas utilizando fotoconvertidores que permiten producir un biopetróleo «comparable al de origen fósil pero acelerando el proceso de fabricación a sólo 10 o 12 horas». La fabricación se realiza en un circuito cerrado y tan sólo se necesita recoger en el mar un mililitro de fitoplancton debido a que este tipo de algas «se dividen como un virus y, por tanto, al cabo de ocho o diez días ya está lista la probeta para empezar la producción». La mercantil ha comenzado a construir ambas plantas después de un largo proceso de investigación iniciado por el presidente de Bio Fuel System, Bernard Stroïazzo-Mougin, y en el que han participado la Universidad de Alicante, para desarrollarlo, y la de Valencia, para contrastarlo.
La empresa también está negociando con otros centros investigadores. En sus instalaciones se fabricarán productos refinados puesto que, según explica la empresa, este sistema permite producir gasolina y gasóleo de características energéticas muy similares a los derivados del petróleo, pero sin azufre.
Tampoco desean revelar por el momento el lugar donde están edificando una planta piloto para generar energía eléctrica también a partir de las microalgas. En todo caso, la empresa insiste en destacar que no tiene nada que ver con la polémica planta de biodiesel proyectada para el puerto. «Actualmente no hay nada que supla al petróleo y que sea ecológico ya que para producir biodiésel se gasta mucho CO2 en cultivar el girasol en Argentina o Brasil y transportarlo hasta España», manifiesta Bernard, quien defiende que, en cambio, «una planta de 200 hectáreas de biopetróleo podría reemplazar a una central nuclear como la de Cofrentes y, además con una producción cero de CO2».
Ofertas para instalarse
De hecho, Bernard Stroïazzo- Mougin asegura que ya ha recibido ofertas para instalar sus plantas «cerca de lugares contaminantes como cementeras o vertederos» debido a que el fitoplancton «se come el CO2». Es más, destaca que «no es cierto eso que se dice de que el pulmón de la tierra es el Amazonas, sino que son los océanos».El investigador asegura que su proyecto «resuelve dos problemas importantes que tiene planteada la humanidad: la energía y el CO2 y sin necesidad de quitar a la agricultura cantidades ingentes de terreno para destinarlas a producir plantas como girasol para el biodiesel».
Esperamos con ansiedad más noticias de esta verdadera revolución energética. No se pierdan el video de YouTube.
Gracias José Luis, desde el exilio, por el dato.