Hoy les presento la historia de Dusty, un gatito cruza de siamés que tiene un hobby nocturno muy particular: Robarse todo lo que encuentre en las casas de sus vecinos.
Veamos de qué se trata.
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2 comentarios:
Me encantó, jajajaj. Yo tuve un perro callejero que se quedaba a dormir en mi casa y era ladrón de felpudos. Cuando estaba a punto detener a los mellizos me instalé en la casa de mi mamá y allí también fue Nippur a descansar bajo un techo. Todas las mañanas encontrabamos en el jardín de la entrada alguna alfombra. A la semana se encuentra en la calle una vecina con mi madre y le comenta: Vió la última? Hay un caco en el barrio que roba los felpudos de las casas...Jajaja.
En los perros es bastante común... pero en los gatos? Yo, la primera vez que lo escucho. Cariños, Oli.
Hola, Gemma! Se te extrañaba por aquí!
Qué linda historia! Bueno, lo de los gatos es más común de lo que te imaginás. En realidad, la cuestión de poseer objetos es común a cualquier animal, unos más que otros.
Lo cierto es que resulta muy gracioso saber que el impacto que provoca en sociedad puede resultar en estas maravillosas historias.
Beso grande!
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