La ONU recomienda reducir el consumo de carne para luchar contra el cambio climático.LONDRES.- Abstenerse de comer carne al menos un día a la semana puede ser personal eficaz para combatir el cambio climático. Ésta es la recomendación que acaba de proponer el doctor Rajendra Pachauri, presidente del Panel de Expertos del Cambio Climático de Naciones Unidas (IPCC), y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2007 junto al exvicepresidente de EEUU, Al Gore.
En declaraciones que publicó ayer el dominical británico The Observer,Pachauri explica que
reducir el consumo de carne puede contribuir a la lucha contra el calentamiento global porque la crianza de ganado provoca emisiones de gases de efecto invernadero (post recomendable para entender la dimensión del problema), deforestación y otros problemas ambientales. Feed Lots: Así es como la ganadería amenaza el medio ambiente.
Pachauri, que acaba de ser reelegido como presidente del panel del cambio climático de la ONU para un segundo mandato de seis años,considera que resulta más fácil cambiar los hábitos alimenticios que los de transporte, dado el fuerte apego al coche particular.
Por esa razón, el doctor Pachauri, que es vegetariano, recomienda«renunciar a la carne durante un día a la semana, inicialmente, y después ir reduciendo a partir de ahí». A su juicio, ésta es la opción «más atractiva» para que cualquier individuo pueda contribuir con carácter inmediato a la reducción de emisiones.
La FAO, la agencia de la ONU para la agricultura y la alimentación, estima que la producción de carne es responsable de casi una quinta parte de las emisiones de gases de efecto invernadero.
Eso se debe tanto a la producción de piensos para el ganado como al hecho de que los rumiantes, particularmente las vacas, emiten metano,que es 23 veces más perjudicial que el CO2 como agente del calentamiento global. Además, la agencia alimentaria ha advertido que para mitades de este siglo, se calcula que el consumo de carne se duplicará.
Fuente: El país de España.Sobre el paradigma alimenticio actualAsí son los feed lots ganaderos a escala. A mi entender, el paradigma alimenticio que hoy tenemos, producto indeseado o no, de la
Revolución Verde y su selección sistemática de variedades de semillas y sembradíos modificados genéticamente para favorecer estructuras macroeconómicas de producción de alimentos, tiende a la distribución y regulación de commodities desfavorable de variedades de cultivo agrícola para consumo humano.
Se estima que existen en el mundo alrededor de 10.000 especies vegetales alimenticias de las cuales sólo unas 200 se cultivan. Sin embargo, cerca del 75% de los alimentos que hay en el mundo provienen de apenas 9 cultivos, de los cuales sólo tres, el maíz, el trigo y el arroz aportan el 60% del consumo mundial de comida.
La mencionada Revolución Verde trajo para los vendedores santos (o Monsantos) de semillas la mejor de las noticias: Negocio monopólico, globalización e industrialización sujeta a la producción de sus propios pesticidas, herbicidas y agroquímicos.
Sobre la Soja: Ese yuyo bendito.El precio de la soja se ha visto modificado principalmente por el ingreso fuerte a la demanda de esta oleaginosa por parte de India y China. Su destino: Ser proteína de primera necesidad para ganado porcino en feed lots.
Un tercio de estos cultivos agrícolas se destinan, con lo que significa en gasto de agua y energía, para la alimentación de animales recluídos fabrilmente en sistemas feed lots, opuestos diametralmente al concepto de pastoreo para rotación de suelos.
La soja es un alimento atacado principalemente por los lobbies ganaderos. Hablan de la supuesta nocividad de ésta (hoy argumento eliminado por completo con el tratamiento
"Soja Dorada" o simplemente remojando como cualquier poroto previamente a su consumo) para evitar ver avanzar el mercado de un producto que tiene un precio varias veces menor por kilo con igual valor proteico comparativo.
En otro post me dedicaré en profundidad a ver las bondades y complicaciones que tiene hoy la Soja para convertirse en un alimento humano con excelentes perspectivas.
Del hambre ni hablemos. Para intentar cambiar un paradigma hay que profundizar en la idea de cambio. Sólo así podremos tener esperanza en cuestionar el actual paradigma alimenticio, tan excluyente y concentrado para tan pocas manos poco laboriosas de la tierra.