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13 de febrero de 2009

Explicación técnica de la situación en Tartagal.

Imágenes del alud

Los muchachos del blog "La curiosa sociedad de los carnotistas" dan una explicación técnica acerca de la cuestión del alud ocurrido en Tartagal. Paso a copiarlo textualmente:

Ésto es una cárcava
"La cárcava es una estructura en el suelo que se forma, antes que nada, por la ausencia de cobertura - pastos, árboles - que protejan al mismo del golpe de las gotas de lluvia. Destruído y lavados así los primeros milímetros del suelo, el agua acumulada va concentrándose en la zona más baja y empieza a correr por allí, ayudándo a socavar más profundamente. Una vez quitada la primer capa, si se trata de un suelo mineral pobre en arcillas y en materia orgánica, el derrumbre de material es muy fácil y ocurre en cortes verticales. La cárcava es retrogradante, es decir, va zigzageando y creándose a sí misma. La caída de agua dentro de ella excava el material que le permite crecer y avanzar - y el aumento de tal trinchera aumenta el caudal que puede captar. La diferencia entre un suelo desnudo atacado de cárcavas bajo la lluvia torrencial y un suelo protegido por el monte es, claro, lo que le ocurrió a Tartagal por segunda vez en tres años: un alud de lodo y agua que arrasa parte de la ciudad. La causa de tales desmontes es el avance de la frontera agrícola en Salta, principalmente para la siembra de soja. Al respecto cabe recordar que cuando el conflicto por los niveles de retenciones a la oleaginosa se dijo que unas tasas altas desalentarían el desmonte... Quizás era sólo un argumento más al voleo pero conviene desarmarlo: no, el precio regalado de la tierra selvática en el Norte hace que convenga aún cuando deban afrontarse largos fletes y quitas de precio. Las medidas económicas - ciertas o pretendidas - son demasiado difusas. Debe haber una política especifica de protección de los montes, en particular en áreas sensibles como cuencas hídricas arriba de poblados humanos. Al respecto se sancionó en 2007 una Ley Nacional de Bosques, de por sí un tanto ingenua en sus propósitos: mandar una moratoria total de talas hasta que cada provincia hiciera un inventario de bosques y regulara la actividad. Establecer un fondo para premiar el mantenimiento de las áreas boscosas y otras nobles intenciones. La reglamentación de dicha Ley aún está pendiente - cajoneada por el mismo lobby que antes demoró su sanción: los legisladores de las mismas provincias donde ocurren estos desastres. (de paso, si quiere Ud. protestar por eso, click acá) Y es que los intereses económicos forestaleros y agrícolas son muy fuertes y no pocas veces están muy emparentados con la política local. Lo único que puede torcerles la intención es un grado alto de concientización pública por tanto hay que saber: - Que no es simplemente por el "cambio climático" que pasan estas cosas, porque lleva más seguido o más intenso. - Que el desmonte contribuye, si, al famoso "cambio climático" pero ése es un fenómeno global donde los autos de New York inciden mucho más que unas miles de hectáreas en Salta. O sea, incide marginalmente nuestro desmonte nacional - y si uno se equivoca en el argumento, le dirán eso: no hace la diferencia. Ojo, que al cambio climático como monstruo grande que pisa fuerte ya lo usaron para justificar la remoción de glaciares andinos (total se iban a derretir...) - Pero el desmonte si contribuye centralmente a borrar la biodiversidad, perder la fertilidad del suelo, obturar los ríos naturales con sedimentos y aumentar mucho la magnitud de aludes y crecidas. Así como a aumentar los daños de las sequías en el ciclo opuesto. Y todo ese daño es local, ocurre donde ocurre el desmonte."

Los desmontes han continuado luego de la sanción de la Ley de Bosques. Hay pruebas en manos de Greenpeace. Los jaguares han vuelto a trabajar contra las topadoras que provocan la desolación que se ve en la foto de abajo.

El verdadero responsable de esta catástrofe autoinfligida es el ex gobernador Juan Carlos Romero (1995-2007). Dió todos los permisos de desmonte que pudo a cambio de dinero en negro. Incluso antes de que sancionara la Ley de Bosques llegó a firmar permisos para destruir 500.000 hectáreas de bosques nativos. Le cabe la responsabilidad penal por entregar el patrimonio nacional. Para mí es un infame traidor a la Patria. No me interesan los tiempos de la Justicia, lo quiero preso.

20 de octubre de 2007

Ley de Bosques. ¿Noviembre?

No hay tiempo Señor Presidente, un DECRETO DE NECESIDAD Y URGENCIA podría imponer la moratoria para suspender los desmontes, hasta tanto esté tratada y aprobada la Ley de Bosques, que ya viene con un retraso atroz provocado por intereses provinciales.
Siempre hay excusas para patear los temas importantes hasta que la política, vista desde la perspectiva criolla, reorganice su agenda por las elecciones.
Estamos en emergencia forestal. Muchos no lo entienden, trataré de acercar luz al tema gracias al esfuerzo de muchos activistas que recorren la soberanía nacional en busca de desmontes irracionales.

Sobre la situación actual de los bosques nativos
Los desmontes que se practican en áreas protegidas, como por ejemplo la Selva de los Yungas, declarada Reserva de Biósfera por la UNESCO, son practicados por inescrupulosos empresarios agrícolas que, lejos de lograr un desarrollo sustentable del suelo, buscan sacar rédito de las ventajas que da el mercado mundial con la soja, no sólo desvastando bosques de altísimo valor ambiental sino inutilizando los suelos al no rotar la siembra como es necesario en cualquier parte del país.

Sobre como se ejecutan los desmontes
Las topadoras ingresan al bosque y comienzan su brutal avance sin importar que haya vida animal, literalmente arrasan con todo. Van armando cuadrículas por hectáreas que se ven divididas por montañas de árboles arrasados, los cuales son amontonados luego de ser arrastrados por gruesas cadenas. Lo insólito del asunto es que no se aprovecha esta madera en absoluto. Es quemada totalmente conjuntamente con los animales que no pudieron escapar al avance de las topadoras.

He aquí una muestra de cómo queda una porción de selva arrasada y lista para ser incendiada para su posterior uso agrícola.


Los jaguares de Greenpeace son activistas que llegan al lugar de los desmontes y aplican cepos a las topadoras para bloquear su avance. Las mismas paran su destructivo paso por al menos 2 días, hasta tanto el dueño llegue al lugar, prácticamente inaccesible, y las destrabe.


Sobre lo que Propone la Ley de Bosques
La Ley de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental de los Bosques Nativos establece la moratoria a los desmontes hasta tanto las provincias realicen un ordenamiento territorial de los bosques nativos para planificar de manera racional y participativa su uso sustentable y prohíbe explícitamente el otorgamiento de permisos de desmonte en zonas con un alto valor ambiental.

Además, establece diez criterios ecológicos y categorías de conservación que apuntan a planificar las actividades forestales, agrícolas y ganaderas evitando la fragmentación y degradación del bosque nativo.

Los últimos datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación revelan que nuestro país se encuentra en una verdadera Emergencia Forestal: entre 1998 y 2002 desaparecieron 781.930 hectáreas pero en los últimos cuatro años, el proceso se acentuó y los desmontes arrasaron con 1.108.669 hectáreas, lo que equivale a 280.000 hectáreas por año, 821 hectáreas de bosques por día, es decir, 34 hectáreas por hora.
Es hora de tomar conciencia de la gravedad del asunto. Es una emergencia forestal. No hay elecciones que sean más importantes. Después de la devastación no queda nada.
Devastar un bosque nativo es quitar identidad al suelo. Quitar la protección que evita la desertificación. Un cultivo no la evita. Menos un cultivo que consume los recursos de la tierra, no siendo rotado como se debe, volviéndola infértil. Desértica.
Por último, rescato el informe de CQC sobre el desmonte de las yungas. Es tan contundente que no hacen falta aclaraciones. Vale la pena verlo completo. Las imágenes valen más que mil palabras.