13 de febrero de 2011

La carreta vacía.

Un cuento corto para reflexionar largo...

Caminaba con mi padre cuando él se detuvo en una curva y después de un pequeño silencio me preguntó: ¿Además del cantar de los pájaros, escuchas alguna cosa más?
Agudicé mis oídos y algunos segundos después le respondí: Estoy escuchando el ruido de una carreta.
Eso es - dijo mi padre - Es una carreta vacía.
Pregunté a mi padre: ¿Cómo sabes que es una carreta vacía, sí aún no la vemos?
Entonces mi padre respondió: Es muy fácil saber cuándo una carreta está vacía, por causa del ruido. Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace.


Me convertí en adulto y hasta hoy cuando veo a una persona hablando demasiado, interrumpiendo la conversación de todos, siendo inoportuna o violenta, presumiendo de lo que tiene, sintiéndose prepotente y haciendo de menos a la gente, tengo la impresión de oír la voz de mi padre diciendo: "Cuanto más vacía la carreta, mayor es el ruido que hace"

La humildad consiste en callar nuestras virtudes y permitirle a los demás descubrirlas.
Y recordemos que existen personas tan pobres que lo único que tienen es dinero. Y nadie está más vacío que aquel que está lleno de egoísmo de un supuesto Mi Mismo.

"ENVEJECER ES OBLIGATORIO, MADURAR ES OPCIONAL."

Anónimo.

5 comentarios:

Kase dijo...

tambien podemos asumir, ke las personas ke estan mas llenas, cargan muchas cosas, son calladas, retraidas y nadie las nota...

y eventualmente caeran por todo lo que cargan

aquiles m. dijo...

Me recordaste a Alberto Chavero, alias Atahualpa Yupanqui.
"...Porque no engraso los ejes de mi carreta me llaman abandonao..."
A Él le gustaba cómo chirriaban los ejes de su carreta...
Era su compañía.
El chirriar de sus ejes...

Kase dijo...

gracias

Unknown dijo...

Excelente cuento

gracias!

Hilda dijo...

me hizo recordar unos cuantos refranes mexicanos "a ver si como roncas duermes o mucho ruido y pocas nueces" saludos. Hilda