Los hermanos sean unidos,
Porque esa es la ley primera,
Tengan unión verdadera
En cualquier tiempo que sea
Porque si entre ellos pelean
Los devoran los de ajuera.
Extracto del Martín Fierro, de José Hernández.
Alexis de Tocqueville, político francés, que en 1831 visitó los Estados Unidos, escribió una joya llamada "La Democracia en América". En este libro desarrolla en profundidad las características de la sociedad norteamericana cuando era apenas una democracia joven.
Tocqueville encontró en la joven América el verdadero significado de la Igualdad. Para esta sociedad, la igualdad es de condiciones. No hay igualitarismo. Es una igualdad intrínseca a su forma de vida, son las oportunidades las que los igualan. Cada uno podía alcanzar sus objetivos sin encontrarse con obstáculos más que el esfuerzo.
Esta igualdad de condiciones establecía una relación de paridad de fuerzas y poderes entre el Estado y la Sociedad. Cada hombre aceptaba el papel de ciudadano, convirtíendose, a la vez, en soberano y súbdito. La clave de su dinamismo y progreso está en que el Estado no es más que la Sociedad y viceversa.
La debilidad de cada uno de sus miembros se contrapone con las fuerzas inconmesurables que lograron con sus asociaciones. El asociarse, para los norteamericanos es una certeza de poder en movimiento. El ejercicio democrático en cada una de sus acciones más comunes y cotidianas es la garantía de una forma de gobierno que fluye naturalmente entre sus dirigidos.
No existe en esta sociedad, un poder concentrado. La dispersión del poder se puede ver en toda la confederación. Los estados que suman la unión ceden a la administración central, las cuestiones nacionales e internacionales, nada más. El poder se ejerce en las comunas y es desde allí, donde se consolida la participación ciudadana.
En Estados Unidos, Tocqueville, encontró a una población casi sin ignorantes pero tampoco sin demasiados sabios. Una masa de gente uniformemente educada.
La democracia en América es una forma de vida que nació con la libertad e igualdad de condiciones u oportunidades. El asociacionismo surgió como reacción natural al ejercicio cotidiano de ciudadanía. La unión hace la fuerza.
Anhelo profundamente que encontremos la sabiduría para superar este momento histórico en el que nuestra democracia del tipo delegativa y latinoamericana se torna cada vez más nefasta. El peligro de caer en totalitarismos ha encendido luces rojas y con ellas, se apagan las libertades y los derechos.