El agua es el alma madre de la vida y la matriz, no hay vida sin agua.
Albert Szent-Györgyi
Hoy es el día mundial del agua. Poco se ha hecho. Hacia el año 2025, las muertes y enfermedades ocasionadas por su escasez y contaminación pueden adquirir dimensiones adversas. Sudamérica tiene el 20% de las reservas de agua potable del mundo.
La insuficiencia de agua dulce en el mundo es un problema de alta prioridad ya que representa un porcentaje muy limitado en relación con el total de agua en nuestro planeta: sólo el 3%, del cual menos del 1% se encuentra congelada en los glaciares o a grandes profundidades.
El contacto de los habitantes con las aguas contaminadas es diario y es uno de los mayores problemas que enfrenta el Nuevo Milenio.
Revisemos lo que pasa en Argentina:
La falta de agua potable afecta a más de 10.000.000 de argentinos. Las enfermedades de transmisión hídricas (entre ellas las parasitosis) son la segunda causa de ingresos a los hospitales públicos. Sólo el 67% de la población cuenta con servicio de agua potable y el 37% con servicios cloacales lo cual pone al país, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el 14º y 19º lugar respectivamente en América latina.
El 21,5% de la población carece de agua segura que, si bien su provisión estaría evolucionando, no se orientaría a favorecer a los grupos poblacionales más vulnerables. Por ejemplo, en Misiones el 30% y en Santiago del Estero el 85,2% de sus ciudadanos padecen esta carencia: el hambre y la desnutrición son sus derivados, y los mayores desamparados son los menores de cinco años.
De acuerdo con datos del Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente, alrededor del 38% del agua que es provista por la red pública a las poblaciones con economías más empobrecidas es desperdiciada por fugas en un sistema carente de mantenimiento y control.
El 45,3% de los pobres carece de agua potable. Las pequeñas comunidades aborígenes o rurales que no disponen de una provisión de agua segura y que se abastecen directamente de las fuentes naturales, registran una mayor incidencia de cólera y de fiebre tifoidea, lo que muestra el alto grado de contaminación de las fuentes de agua producida, parcialmente, por una inadecuada disposición de las excretas de muchas comunidades y también por la falta de sistemas de depuración de los efluentes cloacales.
Un estudio de CIPPEC permitió corroborar que en Argentina, más de 8 millones (23%) de habitantes no tienen red de agua potable, mientras que más de 21 millones (57,5%) de habitantes no cuentan con desagües cloacales. Las provincias más pobres y con mayor mortalidad resultaron ser las menos beneficiadas a la hora de invertir para extender la provisión de estos servicios.
Respecto de cada provincia:
El exceso de arsénico en el agua potable es un problema recurrente en varias zonas de la provincia de Buenos Aires.
En Catamarca, alrededor de 80.000 personas no tiene agua potable en sus viviendas. De este grupo, un porcentaje elevado solamente tiene acceso a fuentes que carecen de garantías de calidad por distintos motivos (salinidad excesiva, por ejemplo) y a las que deben recurrir inevitablemente para abastecerse.
En La Rioja, la falta de agua la convirtió una de las provincias más secas del país. El recurso hídrico superficial en la provincia es, sumando todos los ríos y las vertientes, de 12 mil litros por segundo.
Muchos ciudadanos de Santa Fe sufren a diario la falta de agua potable. En los barrios más pobres, el líquido que sale de las canillas no se puede tomar, tiene mucho hierro.
En el sudoeste de Chaco hay que elegir entre la comida o el agua. Mil litros cuestan $40. Una familia necesita por lo menos 5.000 litros en el mes.
En Tucumán, actividades rutinarias como bañarse, limpiar la casa, lavar los platos y la ropa, regar las plantas se han convertido en un lujo. En algunos barrios, en las afueras de la capital, la gente espera al camión cisterna para llenar sus tachos. En Tafí Viejo, miles de familias programan su día al ritmo de los cortes de agua y también en un sector de Yerba Buena, sus habitantes casi no pueden usar el baño.
En Río Negro, casi 20.000 personas que residen en asentamientos alejados de los centros urbanos, no cuentan con la provisión de agua suficiente. En la ciudad de General Roca cerca de 2.000 personas no tienen acceso al agua potable.
Doscientos litros diarios de agua por día y por persona es el consumo que considera ideal la OMS. La cuestión del agua implica, entre otras cosas, la defensa de uno de nuestros derechos sociales básicos.
Para ello, la Diputada Nacional por la CC Fernanda Reyes, acompañada por diputados de otros Bloques, presentó el 20 de marzo pasado un proyecto de ley para crear -en el Parlamento- una Comisión Bicameral para la Protección y Acceso al Agua, a fin de que sea parte de la agenda de las políticas de Estado. Basó su presentación en que la Comisión “… deberá articular espacios de debate y generar propuestas tendientes a proteger este recurso agotable, ante su generalizada degradación y la alarmante ausencia de políticas ambientales nacionales…”.